El pago por uso de contenidos digitales comienza a ser adoptado por las Bibliotecas

El modelo de pago por uso empieza a ser una opción en empresas como OverDrive y Hoopla. Mediante este servicio las bibliotecas pueden incluir todo el catálogo de contenidos y solo pagarán cuando un cliente pida algo prestado. Representa una alternativa para que las biblitoecas amplíen la oferta sin correr el riesgo de perder dinero.

El modelo de pago por uso empieza a ser una opción en empresas como OverDrive y Hoopla. Mediante este servicio las bibliotecas pueden incluir todo el catálogo de contenidos y solo pagarán cuando un cliente pida algo prestado. Representa una alternativa para que las biblitoecas amplíen la oferta sin correr el riesgo de perder dinero.

Michael Kozlowski describe en un artículo publicado en Goodereader una realidad muy común en las bibliotecas de todo el mundo. Las personas encargadas de seleccionar el contenido deben comprarlo por adelantado si se quiere que éste aparezca en el catálogo. La oferta digital es tan amplia que en ocasiones muchas cosas que le pueden interesar a los usuarios se quedan fuera y en otras se invierte dinero en algo que a penas tiene salida. La solución podría estar en el modelo pago por uso que ya empiezan a emplear plataformas como OverDrive y Hoopla.

La primera está experimentando este modelo a raíz de su nuevo acuerdo con Warner Brothers –informa Kozlowski. Las bibliotecas no tendrán que comprar las películas por adelantado sino que solo lo harán cuando un usuario solicite su préstamo.

Hoopla, empresa especializada en audiolibros desde hace veinte años, permite que un cliente pida prestada una edición de audio a través de una aplicación o de la página web y escucharla inmediatamente sin necesidad de descargarse una app de terceros.

Uno de los beneficios de este modelo –afirma Kozlowski– es que los editores lo verán como una vía para rentabilizar más sus ventas de ebooks, ya que tanto sus novedades como todo su fondo editorial estarían disponibles.

De momento se encuentra en un primer estadio –asegura el periodista– y no se dispone de demasiada información sobre los costos que las bibliotecas están pagando o si el modelo de negocio tiene viabilidad a largo plazo. De todas maneras –finaliza– se trata de una forma muy interesante de presentar un catálogo mucho más amplio y lleno de contenido.
 


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