Worstall: Cierren las bibliotecas y compren una suscripción Kindle ilimitada para todo el mundo

Tim Worstall, uno de los colaboradores de Forbes, especializado en negocios y tecnología, ofrece su opinión no exenta de ironía y humor británico sobre lo que puede suponer la aparición del nuevo sistema Kindle Unlimited de Amazon y teoriza sobre la posibilidad de cerrar todas las bibliotecas y simplemente adquirir una de estas suscripciones para todo el mundo.

Tim Worstall, uno de los colaboradores de Forbes, especializado en negocios y tecnología, ofrece su opinión no exenta de ironía y humor británico sobre lo que puede suponer la aparición del nuevo sistema Kindle Unlimited de Amazon y teoriza sobre la posibilidad de cerrar todas las bibliotecas y simplemente adquirir una de estas suscripciones para todo el mundo.

En primer lugar, y tomando la cifras de su país de origen, Reino Unido, comprueba que con el presupuesto de las bibliotecas públicas de este país al año, los usuarios podrían pagar por hacerse socios de su biblioteca una cantidad menor que la que pide Amazon por su nuevo modelo de suscripción.

Worstall sigue analizando este sistema y señala que el coste real que desembolsa la empresa para la prestación de este servicio es un coste indirecto fijo y le supone una cantidad mínima lo que da a los autores cada vez que se presta uno de sus libros. Ahora bien –continúa– esto es algo que ya se hace en las bibliotecas del Reino Unido. Existe una figura denominada derecho de préstamo público por el que los escritores reciben una pequeña aportación ya acordada por libro prestado. En definitiva –sentencia– no es algo muy distinto de lo que está haciendo el gigante minorista.

El pago de una suscripción es la manera en la que comenzó en su momento el préstamo en las bibliotecas y cadenas como WH Smith y Boots cuando empezaron a dirigir programas de préstamo en bibliotecas.

En estos momentos –añade Worstall– la tecnología ha cambiado todo y quizá el hecho de que existan librerías físicas con libros físicos no tiene mucho sentido. A lo que añade que el stock de libros disponibles es muchísimo más grande que el que puede ofrecer cualquier biblioteca.

Por lo tanto, concluye irónicamente, si hay más títulos, el acceso es más sencillo e incluso en un momento dado, este sistema puede suponer un ahorro de recursos públicos, ¿por qué no podrían desecharse las bibliotecas físicas y adquirir una suscripción a Kindle Unlimited para todo el país?


© Copyright Fundación Germán Sánchez Ruiperez, 2010