Mike Shatzkin, experto en edición, rebate en su blog The Idea Logical Company, la opinión de Clay Shirky acerca de que un mundo dominado por Amazon sería una mejora respecto al cartel de los actuales cinco grandes de la edición.

"Las tácticas de Amazon son horribles, de hecho las peores posibles" –dice Shirky. "Ellos están negando a los lectores el acceso a los libros al eliminar opciones pre-pedido y ralentizando la entrega de títulos publicados por Hachette". A su entender la imagen de Amazon como un negocio que se dedica a conectar los lectores y los libros es pulverizada por este tipo de acoso. Shirky cree que el objetivo evidente de los lectores debe ser castigar a cualquiera que quiera utilizarlos como palanca.

Shatzkin cree que la equiparación que hace su colega entre Amazon y los cinco grandes editores es como comparar manzanas con naranjas y asegura que estos no son un cartel tan amplio como Amazon –que va mucho más allá de los libros que publica para el consumidor– sino que son un monopsonio, es decir un tipo de mercado en el que existe un único comprador o demandante, en lugar de varios.

A lo largo de ocho puntos, Shatzkin intenta desmontar los argumentos de Shirky, entre ellos el hecho de que la protección de los textos con DRM existe desde mucho antes de la aparición de Kindle de Amazon en 2007. Sobre esto dice que cuando Amazon se puso del lado del cliente y redujo los precios, los editores entraron en pánico y se pusieron de acuerdo para conspirar.

Los editores no empezaron a vender grandes cantidades de libros en formato electrónico en 2007. Las ventas significativas de ebooks no comenzaron hasta después de Navidades y crecieron rápidamente justo después.
Aunque una persona poco informada podría pensar que el sistema DRM fue creado para Amazon, en realidad ya se empleaba en todos los ebooks antes de la llegada de Kindle.
El DRM hace posible que los propietarios del contenido y los proveedores de hardware puedan mantener la fijación de precios.
Los editores no creían que Amazon acabaría teniendo y consolidando algún tipo de control, ya que nadie había conseguido el éxito en la venta de ebooks antes de la llegada de Kindle.
Los descuentos que aplicaba el gigante minorista se veían como una táctica diseñada para vender dispositivos y garantizar una clientela fija.
Amazon pudo ofrecer esos descuentos a sus clientes gracias a que los propios editores le dieron también grandes ofertas, siguiendo el modelo de negocio de los libros en formato papel y a pesar de que los costos de un minorista caen más que los de una editorial.
El descenso en los ingresos de las editoriales por cada libro vendido, no se debió al “recorte Apple”. La reducción de Apple fue menor que la de la compañía de Bezos en el modelo mayorista.
Es una equivocación pensar que el deseo de los editores por mantener la edición en tapa dura, está directamente relacionado con el de proteger las primeras ediciones. En primer lugar, se realizó con la intención de proteger a las librerías de cemento y ladrillo.

Mike Shatzkin: puntualizaciones sobre la polémica Amazon-Hachette

Mike Shatzkin, experto en edición, rebate en su blog The Idea Logical Company, la opinión de Clay Shirky acerca de que un mundo dominado por Amazon sería una mejora respecto al cartel de los cinco grandes de la edición actuales.