Sólo es cuestión de tiempo: en los próximos diez años veremos llegar a nuestras casas conexiones a internet de un gigabit (mil megabits por segundo) o más. Las actuales conexiones en todo el mundo tienen una velocidad media de 3,9 megabits por segundo (Mbps) y nos permiten visualizar vídeos y hacer llamadas por internet sin interrupciones. ¿Imaginas que esta velocidad se multiplicara por 250? ¿Qué nuevas aplicaciones tecnológicas podrían aparecer con este importante aumento del ancho de banda? Pew Internet ha formulado esta pregunta a 1.464 expertos, de los cuales el 86 por ciento opina que aparecerán nuevas e importantes utilidades que se recogen en un informe recientemente publicado.  

 

Varios de los expertos consultados han coincidido en que un importante incremento del ancho de banda supondría una mejora de la experiencia de las relaciones online a distancia, tanto laborales como personales. Para Joe Kochan, jefe de operaciones de US Ignite, el vídeo de alta definición sustituiría al actual internet de texto e imágenes. Las interacciones con tus profesores o con las tiendas online, por ejemplo, no se basarían en un intercambio de correos electrónicos, sino en comunicaciones por vídeo en directo, como en la vida real.

 

Bob Briscoe, investigador jefe en British Telecom, opina que la telepresencia será una realidad en el entorno laboral, y aunque quizás la experiencia no llegue a ser realista y natural, en 2015 será mucho más usable que en la actualidad. Esta tecnología llegará a los hogares y a los ciudadanos y, lo que es más sorprendente, hará posible que cualquier persona esté al mismo tiempo en varios sitios. Esto permitirá celebrar reuniones entre varios individuos sin necesidad de viajar, opina Jim Hendler, profesor de informática en el Instituto Politécnico Rensselaer.

 

Las interacciones con otras personas a través de internet nos harían sentir como si tuviéramos a la otro a nuestro lado, opina Peter Janca, de MCNC –operador de red regional sin ánimo de lucro en California del Norte. Janca imagina que quizás podríamos visualizar a otras personas como hologramas, como vimos en Star Trek, y augura que las consecuencias para la industria de viajes serían nefastas. Sin embargo, el sector de la educación se vería beneficiado.

 

Kathryn Campbell, socia de una empresa de marketing con sede en Los Ángeles, imagina que «el importante incremento en el ancho de banda jugaría el mismo papel de transformación en la remodelación de la sociedad que el ferrocarril y las autopistas.» Desde su punto de vista, los juegos, las películas o las vacaciones serán experiencias inmersivas en 3D.