
Labo de l’edition se abre a nuevos proyectos
Labo de l'édition, el espacio de co-working dedicado a los profesionales de la edición que el Ayuntamiento de París puso en marcha en 2011, encara nuevos proyectos para incluir medios de comunicación y otras empresas editoriales.
Labo de l'édition, el espacio de co-working dedicado a los profesionales de la edición que el Ayuntamiento de París puso en marcha en 2011, encara nuevos proyectos para incluir medios de comunicación y otras empresas editoriales.
Actualmente bajo la dirección de
Nicolas Rodelet, que trabajó desde el principio con
Virginie Rouxel, la primera directora gerente de Labo, la institución ha crecido hasta abarcar una comunidad de 5000 personas la sigue en las redes sociales. (Véase
Lectura Lab)
"Con la evolución del sector, las fronteras están desapareciendo entre la publicación y otras áreas" –apunta Rodelet en declaraciones que publica
Publishing Perspectives–. Labo ahora
incluye audiovisuales, medios de comunicación, interconexión, gamificación con aplicaciones o libros electrónicos y EPUB3. "Todo esto nos está empujando hacia una gama más amplia de empresas y asociaciones" –señala Rodelet.
Labo de l'édition, fue creado para propiciar el sostenimiento de jóvenes empresas, difundir prácticas innovadoras y estimular las colaboraciones para apoyar la adaptación del sector de la edición a los desafíos de la tecnología digital.
Rodelet recuerda que surgió en 2011, en respuesta a la demanda de un pequeño grupo de libreros y otros agentes de la comunidad editorial que vio la llegada del ebook con mucho temor. El objetivo fue establecer una colaboración positiva entre lo tradicional y lo innovador; crear un lugar donde la gente pudiera aprender sobre la publicación digital y animar el "ecosistema" de la industria, incluyendo el libro, y, por supuesto, los libros electrónicos.
En el espacio de co-working, que está en la planta superior "algo está cambiando" afirma Rodelet. Antes la gente solía comprar tickets diarios y había veinte o treinta personas a la vez trabajando juntas. "Fue una etapa muy nómada", afirma Rodelet. "Ahora apuntamos a organizar residencias donde seleccionamos a las personas de acuerdo a los proyectos que están vinculados con nuestras actividades" –agrega.
Rodelet dice que en breve el Labo será sede de cinco o seis proyectos simultáneos. "Tratamos de adaptarnos a un entorno en constante cambio; las empresas ya no son las mismas de hace tres años".
En este sentido, Rodelet apunta que "con la evolución del sector, las fronteras entre la publicación y otras áreas están desapareciendo".
El Labo cuenta con la colaboración de varias empresas, entre ellas Google, y está a punto de firmar acuerdos con un grupo de prensa líder, y una revista especializada.
Rodelet dice que la empresa ha tenido un éxito total aunque los principales actores del mundo editorial como Hachette o Editis aún no se hayan unido como socios y estén viendo la situación desde la barrera. "Siguen siendo prudentes sobre el libro electrónico", dice.
Esto no quiere decir que los editores no le estén prestando atención, aparte de que la Asociación de Editores (SNE) está a bordo del Labo.
La Sociedad Francesa de Autores (SOFIA) y el Centro Nacional del Libro (CNL) patrocinan sesiones sobre las nuevas tecnologías que pueden incluir temas como la codificación de los ebooks, o la creación de una comunidad de lectores a través de las redes sociales; cada mes se programa una clase magistral con un empresario que acude a contar su historia.
"Todo está en su lugar ahora", dijo Roudelet. "Hoy no tenemos que ir a buscar socios y proyectos; la gente viene a nosotros".
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