Se expande el mercado de derechos internacionales de libros para niños
Quince años atrás, el mundo editorial relacionado con los libros ilustrados para niños estaba enfocado principalmente hacia el Reino Unido y los EE.UU. Si bien todavía persiste esta situación, la industria está cambiando lentamente y comienza a aceptar que editoriales no anglosajonas promuevan a sus autores e ilustradores y vendan exitosamente sus derechos.
Quince años atrás, el mundo editorial relacionado con los libros ilustrados para niños estaba enfocado principalmente al Reino Unido y los EE.UU. Si bien todavía persiste esta situación, la industria está cambiando lentamente y comienza a aceptar que editoriales no anglosajonas promuevan a sus autores e ilustradores y vendan exitosamente sus derechos.
Esta es la impresión de
Stephanie Barrouillet que, desde la agencia
S.B.Rights instalada en Israel, se ocupa de representar a editoriales independientes de pequeños mercados "que siempre han soñado con ver sus libros traducidos a otros idiomas".
En una colaboración que publica
Publishing Perspectives, Barrouillet relata que habiendo nacido y criado en Francia, ha seguido de cerca el ascenso de libros infantiles franceses a nivel internacional con artistas como Hervé Tullet a la vanguardia. "Sólo tengo una palabra: ¡
Chapeau!" –subraya la agente, que también menciona el éxito reciente de un libro como Mapy, de los polacos Aleksandra y Daniel Mizielińscy, y otros libros con ilustraciones de alta calidad que están apareciendo en todas partes del mundo.
A su juicio más que las ventas aisladas por un repentino interés en los libros franceses o polacos, "el éxito de estos libros denota una creciente conciencia de la riqueza disponible de libros ilustrados extranjeros".
Su experiencia en las ferias de Frankfurt y Bolonia le ha permitido verificar que cada año hay nuevos editores que exponen y presentan sus catálogos. En la Feria del Libro de Beijing pudo comprobar que la presencia internacional era palpable con un stand italiano, un alemán, un francés y uno nórdico, entre otros. Turquía también tuvo una fuerte presencia como país invitado de honor.
Barrouillet considera que son importantes iniciativas como las ayudas a la traducción, las asociaciones de editores, premios como el de la Feria de Bolonia para los mejores libros del año con un enfoque en las áreas geográficas o el programa de becas de Frankfurt que en la última edición ha reunido a dieciséis profesionales del libro infantil de todo el mundo.
En su opinión todas estas iniciativas y organizaciones facilitan el diálogo y el intercambio y permiten la globalización de la venta de derechos. La consecuencia es una creciente demanda de expertos en derechos extranjeros y Barrouillet señala que el resultado es que está surgiendo una nueva generación de profesionales de los derechos extranjeros.
Stephanie Barrouillet fundó su propia agencia en mayo de 2014 con el objetivo de ayudar a los editores de libros infantiles independientes de todo el mundo apromover sus catálogos. Vive en Tel Aviv y representa a Kokinos Editorial, Editions les P’tits Bérets, y Kinneret Publishing.
© Copyright Fundación Germán Sánchez Ruiperez, 2010