Andrew Keen representa la visión crítica sobre la evolución de internet en los últimos años y sobre la adaptación del mundo del libro y la edición al cambio digital. Dos títulos de este periodista,
The Cult of the Amateur [El culto de lo amateur] y
Digital Vertigo [Vértigo digital] ponen de manifiesto el lado menos amable de la web social. Philip Jones, editor de
The Bookseller, publica un
avance de la entrevista realizada a Andrew Keen con motivo de su próximo libro,
The Internet is Not the Answer [Internet no es la respuesta], que estará en las librerías en 2015.
En este nuevo texto Keen expone que la internet actual no ha cumplido las ambiciones de sus creadores. Se suponía que internet crearía un mundo más democrático e igualitario, pero sin embargo está surgiendo una nueva casta de milmillonarios de la mano de empresas como Google, Amazon o Uber, a los que Keen denomina «ladrones digitales de guante blanco».
A su juicio, estas grandes compañías que prosperan en la nueva economía digital se caracterizan porque su ventaja competitiva les ha permitido ocupar posiciones monopolísticas. Se trata de una auténtica plutocracia, considera Keen, que defiende que una realidad tan compleja como internet puede resumirse de forma muy simple en una sola palabra: dinero. En su opinión, "internet se ha monetizado".
Sobre Amazon, Keen opina que es uno de los pioneros entre esos «ladrones digitales de guante blanco», puesto que ha abusado de su gran tamaño y de su fuerza de trabajo para ofrecer grandes descuentos. Los neoliberales opinan que Amazon crea puestos de trabajo y por lo tanto trae prosperidad, pero se trata de lo contrario, porque «la era digital está produciendo una economía de compañías monopolísticas como Amazon y plutócratas multimillonarios como el propio Bezos».
La forma en que Amazon presiona a los editores es objeto de las críticas de Keen, que también se muestra escéptico con la manera en que la industria editorial está haciendo frente al cambio digital, cuenta Jones. «Creo que la industria del libro no ha entendido realmente la revolución digital», afirma Keen, quien la tacha de poco dinámica y la acusa de infravalorar a los autores, que es a quien el público ama realmente.
En el mundo del libro la piratería no ha sido tan disruptiva como lo fue en la música y no ha habido un Napster o un Spotify, que han causado un gran impacto. Keen augura que en el sector del libro triunfarán los productos muy baratos y permanecerán los objetos destinados a los amantes de los libros, como sucede con el vinilo, mientras que lo que queda en el medio desaparecerá.