La tecnología educativa busca modelos de negocio

La tecnología de la educación se encuentra en su infancia, pero ya comienza a aprovechar las posibilidades que los smartphones y otros dispositivos móviles brindan. Se trata de un negocio en el que aparecen nuevas empresas cuyas ideas innovadoras aún no han demostrado ser rentables pero que podrían servir de gran ayuda a profesores, padres y alumnos. Natasha Singer, reportera de The New York Times, publica en la sección de tecnología un artículo en el que analiza esta incipiente industria.

 
La tecnología de la educación se encuentra aún en su infancia, pero ya comienza a aprovechar las posibilidades que los smartphones y otros dispositivos móviles brindan. Se trata de un negocio en el que aparecen nuevas empresas cuyas ideas innovadoras todavía no han demostrado su rentabilidad pero que podrían servir de gran ayuda a profesores, padres y alumnos. Estas son opiniones de Natasha Singer, reportera de The New York Times, que publica en la sección de Tecnología del periódico un artículo en el que analiza esta incipiente industria.
 
La periodista subraya que el modelo de negocio de las empresas de tecnología educativa aún no está claramente definido. Las compañías de este sector –dice– intentan convencer directamente a los profesores de que adopten sus nuevos productos en sus clases, de forma gratuita, con la esperanza de que puedan después obtener beneficios por servicios premium.
 
También señala que aún está por verse si esta estrategia freemium directa al consumidor da resultados y cuál es la forma de obtener ingresos que hagan viable al negocio.
 
A su juicio, un buen ejemplo de estas empresas de tecnología educativa es Remind, una popular app de mensajería que los profesores utilizan para enviar a los alumnos recordatorios sobre sus tareas y compartir información sobre las clases para los padres. Se ha convertido en todo un fenómeno en Estados Unidos gracias al boca a boca, alcanzando los 23 millones de usuarios y más de mil millones de mensajes enviados.
 
Remind  –señala– se había propuesto obtener ingresos por el cobro de servicios adicionales, como el envío de notificaciones en caso de emergencia. Algunas empresas cobran directamente por sus productos.
 
Singer agrega que este también es el caso de Pluralsight, una empresa que oferta formación online para profesionales del sector tecnológico, que cobra una suscripción mensual de 29 dólares a los usuarios individuales y tasas mayores anuales a las empresas. Hay que tener en cuenta –apunta– "que en este sector los profesionales se ven obligados a formarse continuamente, debido a los rápidos cambios que se producen en él".  
 
También agrega que algunas empresas "no serán capaces de obtener ingresos de sus ideas", de acuerdo a la opinión de Michael Moe, director ejecutivo de una empresa de capital riesgo. "Pero si monetizan entre el 2 y el 20 por ciento de la red, podría funcionar" –asegura.  
 
El pasado año la inversión en empresas de tecnología educativa alcanzó 1,87 mil millones de dólares, un 55 por ciento más que el año anterior, explica Singer. Estas cantidades no son nada en comparación con el software de consumo: en 2014 solo Uber alcanzó lo 2,7 mil millones. 
 

 


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