Modelo para la dotación económica de dos bibliotecas digitales en los EE.UU.

Una dotación de entre quince y veinte mil millones de dólares sería suficiente para crear dos grandes bibliotecas digitales, una pública y otra académica, que facilitaran el acceso al libro y la lectura para los ciudadanos en los Estados Unidos. Es la propuesta de LibraryCity.org, un grupo de bibliotecarios que defiende la necesidad de una fondos suficientes para sostener bibliotecas modernas y capaces de ofertar servicios de calidad.

 
Una dotación de entre quince y veinte mil millones de dólares sería suficiente para crear dos grandes bibliotecas digitales, una pública y otra académica, que facilitaran el acceso al libro y la lectura para los ciudadanos en los Estados Unidos. Es la propuesta de LibraryCity.org, un grupo de bibliotecarios que defiende la necesidad de una fondos suficientes para sostener bibliotecas modernas y capaces de ofertar servicios de calidad. 
 
El modelo que propone LibraryCity consiste en la donación de fondos por parte de las grandes fortunas del país, que complementaría los existentes, para incrementar de forma sostenible el presupuesto para bibliotecas ya disponible sin reemplazarlo. Actualmente las bibliotecas públicas estadounidenses solo pueden gastar cuatro dólares por habitante en libros y otros contenidos. 
 
La cantidad inicial que plantea LibraryCity, de entre quince y veinte millones de dólares, cubriría los cinco primeros años de la iniciativa y requeriría ser ampliada después. Esta fórmula cuestiona el tradicional procedimiento de Carnegie, que consistía en poner a disposición de la ciudadanía edificios y que la comunidad se hiciera cargo de los costes de funcionamiento y provisión de fondos.
 
Estados Unidos ahorraría grandes sumas en programas para la reducción del crimen, aumento de la productividad o salud si se aumentara el número de libros disponibles, argumentan, puesto que la disponibilidad de libros «es un factor clave en la alfabetización».
 
Optar por una biblioteca digital supondría aumentar la cantidad de contenidos disponibles y sería más rentable que el papel, proponen. Por otra parte, está creciendo la demanda de contenidos digitales en la sociedad. Los datos publicados por OverDrive, el mayor distribuidor de libros electrónicos en las bibliotecas estadounidenses, muestran un crecimiento del 33 por ciento en 2014 en el número de libros electrónicos prestados.

Serían los profesionales los encargados del funcionamiento de estas bibliotecas digitales, defienden en LibraryCity. «Podría comenzar como una ONG –dicen– y, para mayor transparencia y responsabilidad, evolucionar hacia una agencia pública». 


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