Preocupan a autores y editores los resultados del negocio del ebook

Los resultados de la última encuesta realizada por Digital Book World sobre cómo publican los autores propone un nuevo marco para pensar acerca de qué formas de publicación dejan satisfechos a los autores y por qué, cuando las posibilidades de éxito parecen más difíciles que en el pasado tanto para la industria como para la edición independiente.

 
Los resultados de la última encuesta realizada por Digital Book World sobre cómo publican los autores propone un nuevo marco para pensar acerca de qué formas de publicación dejan satisfechos a los autores y por qué, cuando las posibilidades de éxito parecen más difíciles que en el pasado tanto para la industria como para la edición independiente.
 
Así presenta  Dana Beth Weinberg, en Digital Book World, su análisis sobre la encuesta elaborada este año sobre las dinámicas de la edición en la que participaron 2.545 autores, de los cuales 1.879 tienen obra publicada.
 
Weinberg señala que a medida que aumenta la publicación de ebooks, muchos  editores tradicionales tanto como autores independientes se encuentran ante un panorama más preocupante.
 
La periodista recuerda que aunque la disputa Amazon-Hachette del año pasado vio a muchos autores ponerse del lado de sus editores, el tono del debate evidenció cuán lejos están todavía los editores de convencer a autores y lectores de su importancia. 
 
Señala que, por otro lado, recientes rumores de que el servicio Kindle Unlimited de Amazon defrauda a los autores sobre sus ingresos ha intensificado las preocupaciones entre muchos escritores en cuanto a que ganarse la vida con su trabajo es un objetivo cada vez más difícil de lograr.
 
Weinberg afirma que en este contexto el informe hace ver que la creciente gama de opciones para los autores está colapsando rápidamente los límites conocidos entre lo tradicional y la autopublicación, incluso si esas nuevas herramientas y servicios, a fin de cuentas, todavía parecen no estar estimulando el éxito comercial generalizado de los autores que hacen uso de ellas.
 
La periodista invita a  imaginar las diversas opciones de publicación que tienen los autores y contemplar la distribución de riesgos, el reparto de beneficios y la inversión. Del lado del riesgo continuo se sitúa el modelo de autopublicación, donde los autores soportan toda la carga del proyecto, y  las inversiones necesarias. En el otro extremo, el editor tradicional asume todos los riesgos (y paga los anticipos al autor).
 
A partir de estos modelos –añade la periodista– aparece un nuevo vocabulario para hacer preguntas desde otra óptica: ¿Cuál es la naturaleza del contrato entre autores y editores? ¿Qué se ofrece y qué se espera a cambio? ¿Existen diferencias en lo que hacen los editores y los autores indie, de tal manera que algunos tienen más éxito y otros no tanto?
 
La encuesta de 2014 había revelado que mientras los editores afirmaban que habían mejorado la calidad de la producción y habían ampliado la distribución y la comercialización, muchos autores no estaban satisfechos con la experiencia y sus ventas y ganancias no reflejaba las ventajas sobre la edición tradicional.
 
También se vio que pocos autores de la muestra estaban haciendo mucho dinero con sus libros y que no se estaban vendiendo grandes volúmenes de copias, sin importar la forma en que habían sido publicados.
 
Además, el aumento de la autopublicación estaba desplazando el poder a los autores, permitiendo que muchos –especialmente mid-list– compitieran con sus propios editores en el caso de que decidieran hacerlo solos.
 
Según la periodista, los resultados de la encuesta de este año confirman estos puntos de vista, y el nuevo informe, The Author-Publisher Relationship in a Changing Market [Las relaciones autor-editor en un mercado cambiante], ofrece una nueva lente para entenderlos.
 
En el estudio se percibe, a su entender, “un importante cambio respecto al año anterior”, tras el esfuerzo para reclutar autores indie de gran éxito, llegando a muchos de ellos directamente y pidiéndoles que remitieran los enlaces de la encuesta a los demás. 
 
Como resultado, la muestra de este año incluye una minoría sustancial de autores con altos ingresos, con aproximadamente el diez por ciento que gana 100.000 dólares o más y el cuatro por ciento que gana en torno a 250.000 dólares.
 
También se encontró que los autores y autores publicados tradicionalmente que combinan la edición tradicional y la independiente tienen mayores ingresos anuales en promedio que los autores sólo indie. 
 
En términos de inversión, riesgo y recompensa, muchos de los hallazgos de la encuesta “parecen de sentido común” –subraya Weinberg. Por ejemplo –dice– , los editores y autores que asumen mayores riesgos también esperan mayores beneficios en términos de regalías y derechos. 
 
Así, se confirma el patrón de que si bien mayores inversiones no son garantía de ingresos más altos, “hay una relación clara positiva entre las inversiones y los ingresos” de modo que proyectos respaldados por inversiones más grandes también tienden a alcanzar mayores ingresos y en ocasiones mayores ventas.

El informe también puede consultarse, en inglés, en este enlace


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