El yo cuantificado: entre la utilidad y la privacidad

La aparición de dispositivos con sensores capaces de medir cualquier dato sobre nuestra salud y estado físico ha dado lugar al concepto de yo cuantificado, que concentra la idea de cómo nuestra actividad vital puede convertirse en cifras. Estos datos resultan especialmente útiles para quienes se preocupan por su salud o por el ejercicio físico, pero también tienen un lado oscuro relacionado con la privacidad.

 

La aparición de dispositivos con sensores capaces de medir cualquier dato sobre nuestra salud y estado físico ha dado lugar al concepto de yo cuantificado, que concentra la idea de cómo nuestra actividad vital puede convertirse en cifras.

Estos datos resultan especialmente útiles para quienes se preocupan por su salud o por el ejercicio físico, pero también tienen un lado oscuro relacionado con la privacidad

Nathaniel Mott, redactor del área de tecnología en el medio digital PandoDaily, advierte sobre los peligros que esto puede tener sobre la privacidad. Sería un problema si los datos que se recogen fueran utilizados por las empresas sin el consentimiento de las personas que los producen, opina Mott.

Por su parte, en Microsiervos explican que los dispositivos móviles siguen el rastro de nuestra actividad diaria: los correos electrónicos y WhatsApps que enviamos y recibimos, las páginas web que visitamos, las aplicaciones que tenemos instaladas, lo que leemos y el número de pasos que andamos cada día, entre muchos otros. «Todo esto puede entenderse como una especie de registro de vida digital absolutamente completo». 
 
Este medio destaca cuatro componentes básicos en la cuantificación de la vida de una persona:
  1. Sensores y sistemas de recopilación de datos sobre el estado físico, que incluyen geolocalización, cuentapasos, tensión y ritmo cardíaco, azúcar o pautas de sueño, entre otros.
  2. Datos sobre el entorno, como la temperatura exterior, la humedad o la altitud.
  3. Acontecimientos registrables mediante fotografías, vídeo o registro de llamadas.
  4. Tomar notas sobre los estados de ánimo, hábitos o logros.
Las compañías tecnológicas están prestando una especial atención a todo lo relacionado con la salud y el estado físico. Las aplicaciones Google Fit de Android y Health de Apple han venido acompañadas de nuevos sensores en los smartphones con estos sistemas operativos. Recientemente se ha sumado Facebook.
 
Por otra parte, el mercado de los wearables o ponibles —relojes, pulseras, gafas, anillos o ropa—, que los especialistas señalan como una de las promesas para los próximos años, tiene como una de sus principales objetivos la monitorización de la actividad y de la salud.
 
Nathaniel Mott, en tanto, señala en PandoDaily, que sería un problema si los datos que se recogen fueran utilizados por las empresas sin el consentimiento de las personas que los producen. En la era digital, las empresas han descubierto el valor económico de los datos que generan las personas.
 
Los datos sobre la actividad física y la salud serían de gran interés para enviar publicidad personalizada o para conocer los hábitos de las personas. 
 
¿Somos conscientes de que nuestro smartphone está monitorizando nuestra actividad física automáticamente, en algunas ocasiones?
 
¿Sabemos a ciencia cierta si esos datos son enviados a terceros y qué uso se hace de ellos?

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