El mundo del libro solicita a la Unión Europea un IVA reducido para los ebooks

La decisión de la Comisión Europea de mantener un IVA diferenciado para libros electrónicos y en papel no parece gustar a nadie. Una sentencia del Tribunal Europeo ha recordado a Francia y Luxemburgo que no pueden imponer de forma unilateral un IVA reducido para los libros electrónicos, incumpliendo así la directiva correspondiente y su obligación como estados miembros.

 
La decisión de la Comisión Europea de mantener un IVA diferenciado para libros electrónicos y en papel no parece gustar a nadie. Una sentencia del Tribunal Europeo ha recordado a Francia y Luxemburgo que no pueden imponer de forma unilateral un IVA reducido para los libros electrónicos, incumpliendo así la directiva correspondiente y su obligación como estados miembros. 
 
El Tribunal Europeo establece una diferencia entre los libros impresos, que son bienes, y los electrónicos, a los que considera un servicio. Sin embargo, hay quienes opinan que un libro es un libro, independientemente de su formato. En un reciente texto publicado en The Bookseller, Philip Jones recoge algunas de las iniciativas a favor de un mismo IVA para libros electrónicos e impresos.
 
Varias asociaciones de editores, libreros, distribuidores y otros agentes de la cadena del libro en Francia «reafirman su convicción de que el valor del libro no depende del medio o de la forma de acceso del lector» y creen que prohibir el IVA reducido  constituye un «serio obstáculo para el desarrollo del mercado del libro electrónico», según recoge Jones. 
 
Barbara Casassus, corresponsal francesa de The Bookseller,  informa de que las asociaciones de libreros y editores y el gobierno francés han solicitado a la Unión Europea que permita el IVA reducido en todo tipo de libros.
 
Jones recuerda que hace dos años en un semirario organizado por la Comisión Europea los especialistas en impuestos que participaron concluyeron que «la industria editorial no podría sobrevivir sin igualar el IVA de los libros digitales e impresos al más bajo nivel.»

Como ha informado Lectura Lab, el Sindicato Nacional de la Edición (SNE) en Francia ha lanzado recientemente una campaña que insta a los ciudadanos a enviar imágenes a la cuenta en Twitter a la Comisión Europea, @EU_Commission, con imágenes de libros con la etiqueta #thatisabook y de otros objetos de la vida cotidiana etiquetados con #thatisnotabook.  si no es un libro y #thatisabook si es un libro.

El Italia se promovió una campaña similar en 2014 a través de las redes sociales contra la discriminación del libro electrónico.  


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