Literary Plataform: los cambios en la edición digital en sus cinco años de vida

Joanna Ellis y Sophie Rochester, en un artículo publicado en Publishing Perspectives, opinan sobre la evolución de la edición digital en los últimos cinco años, momento en el que decidieron lanzar su consultoría Literary Platform. Afirman que ha quedado demostrado que la impresión digital no ha sustituido a la impresa y que les resulta interesante y necesario observar las tendencias y estrategias que están implantándose en otros lugares fuera de Europa y los Estados Unidos.

Joanna Ellis y Sophie Rochester, en un artículo publicado en Publishing Perspectives, opinan sobre la evolución de la edición digital en los últimos cinco años, momento en el que decidieron lanzar su consultoría Literary Platform. Afirman que ha quedado demostrado que la impresión digital no ha sustituido a la impresa y que les resulta interesante y necesario observar las tendencias y estrategias que están implantándose en otros lugares fuera de Europa y los Estados Unidos.

Literary Platform, y en concreto sus fundadoras, han sido incluidas en la lista Fortuna 50, en la que aparecen las mujeres que han conseguido el mayor crecimiento de sus empresas en el Reino Unido. Estas emprendedoras decidieron crear su consultoría tras la irrupción de Kindle de Amazon y el despegue de los medios sociales como herramienta y oportunidad para edificar y establecer relaciones con los lectores.

El sector editorial en 2010 era como una isla –comenta Joanna Ellis– los editores ya no competían entre sí y estaban cómodos haciendo lo que siempre habían hecho.

Durante estos años –asegura– se ha demostrado que la edición digital no ha reemplazado ni por un momento a la edición empresa, ni al cara a cara. Es más –añade– estos factores cuentan con un valor añadido en esta nueva era. El reto en estos momentos para los editores –apunta– es moverse ante los cambios continuos, en particular en aquellos relacionados con el comportamiento y las expectativas de la gente.

Rochester llama la atención sobre lo interesante que ha sido conocer otros patrones que se han seguido en la edición digital desde un punto de vista más global. Hace cinco años se decía que la edición en el Reino Unido seguía los pasos de lo que se estaba haciendo en los Estados Unidos y de ahí saltaba al resto de países europeos. Pero durante este tiempo –aclara– se ha podido comprobar que países como China, Nigeria o Brasil han desarrollado sus propias industrias digitales y están cosechando un gran éxito, aunque no hayan seguido los mismos caminos que la industria europea o estadounidense.

Ellis añade a este respecto, que es muy posible aprender de las tendencias y prácticas que se llevan a cabo en otros países, y es más, reconoce haberse inspirado por acciones que se han llevado a cabo en países como Suecia, por el alcance de la literatura independiente en Brasil gracias al Clube de autores, o por la escena literaria en China.

Con respecto a esto último, Rochester admite que el haber colaborado con una empresa como Nesta para adentrarse en la industria digital china ha sido uno de sus proyectos más interesantes y del que han sacado en claro que la relación escritor y lector va a ser uno de los grandes temas a desarrollar en los próximos años.

Para finalizar confiesa que no cree que los ebooks hagan crecer el número de lectores pero sí que atienden a sus necesidades. Subraya que habrá que esperar a ver qué oportunidades ofrecerá el mercado, en especial en la literatura de ficción y cuál será la conexión de los lectores con las grandes historias.
 


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