Abre en Florida la primera librería dedicada a la autopublicación

Frustrados por la falta de oportunidades para exhibir y vender su trabajo, Patti Brassard Jefferson, autora autoeditada de libros para niños, y el escritor Timothy Jacobs decidieron crear en Florida (EE.UU.) su propia librería, que solo venderá libros de autores independientes.

 
Frustrados por la falta de oportunidades para exhibir y vender su trabajo, Patti Brassard Jefferson, autora autoeditada de libros para niños, y el escritor Timothy Jacobs decidieron crear en Florida (EE.UU.) su propia librería, que solo venderá libros de autores independientes.
 
Jacobs, en declaraciones que publica Judith Rosen en Publishers Weekly, aseguró que "es difícil competir con Stephen King o Dan Brown en una mega-librería que tiene decenas de miles de libros a la venta".
 
Si bien a Jacobs se le había ocurrido la idea de una librería para autores indie hace unos años, él y Jefferson solo pudieron ponerla en práctica hace poco, cuando encontraron un espacio disponible en el centro de Fort Myers.  El 1 de abril abrió sus puertas Gulf Coast Bookstore y una gran inauguración siguió el 10 de abril.
  
Gulf Coast Bookstore opera de manera muy diferente a una cadena de librerías tradicionales o independientes. Los autores auto-publicados alquilan un espacio en los estantes durante tres meses por 60 dólares, más una cuota de instalación de 15, un monto similar al que podrían gastar por exhibir un solo título un día en una feria de libros.
 
También se encargan del almacenamiento y de la reposición de existencias. A cambio, los autores reciben el 100 por ciento de cada venta, en lugar del 40 por ciento habitual de una librería que toma sus libros en consignación.
 
La razón por la que Jefferson y Jacobs pueden permitirse el lujo de dar a los autores un porcentaje tan alto de las ventas –afirma Judith Rosen– es que están funcionando de manera más o menos autosuficiente. La asociación Butterfly Estates maneja las ventas y el procesamiento de las tarjetas de crédito y elabora un informe semanal de ventas. "Si tuviéramos que hacer toso esto por nuestra cuenta, tendríamos que tener personal y pagar por los servicios" –aclara Jefferson.
 
Jefferson y Jacobs reorganizan el inventario cada dos semanas para mantener renovado el espacio. No hacen curación de los autores. Según Jefferson, el único criterio es que los autores "tienen que ser locales". Los libros para niños tuvieron prioridad en el inventario inicial. Otras áreas representadas incluyen educación, fantasía, historia local, y memorias.
 
Cada escritor –actualmente hay 37 con otros 16 que se añadirán el 1 de mayo–  puede mostrar diez copias de un solo título o un máximo de diez títulos con una copia de cada uno. Los autores también pueden colocar marcadores, tarjetas de visita o folletos sobre su trabajo en los estantes.
 
Además de espacio en las estanterías físicas, los autores también pueden estar presentes en la tienda web. Asimismo pueden utilizar el espacio para la firma de libros.

Tanto Jefferson como Jacobs han sido miembros activos de la comunidad editorial de Florida. Ella pertenece a lGulf Coast Writers Association (GCWA) y al consejo de la Asociación de Autores y Editores de Florida. Jacobs es presidente de GCWA.

También les gustaría utilizar el espacio para organizar encuentros y talleres educativos sobre la auto-publicación. Para ellos –afirma la periodista–, la tienda sobre todo es para crear comunidad y ayudar a otros autores. 


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