En busca de soluciones innovadoras para la educación superior

Durante la BISG’s Higher Ed Conference 2015 celebrada en Nueva York se analizó la forma en la que los editores especializados en educación se aprovechan de la gran cantidad de datos a la que hoy pueden acceder para desarrollar productos educativos innovadores, ahora que la industria va más allá de la edición de libros y se mueve entre las plataformas educativas y la distribución de contenido digital.

Durante la BISG’s Higher Ed Conference 2015 celebrada en Nueva York se analizó la forma en la que los editores especializados en educación se aprovechan de la gran cantidad de datos a la que hoy pueden acceder para desarrollar productos educativos innovadores, ahora que la industria va más allá de la edición de libros y se mueve entre las plataformas educativas y la distribución de contenido digital.

Este encuentro, que duró un día y medio, se centró en los datos recopilados recientemente sobre los hábitos de compra de los alumnos, además de en los problemas a los que se enfrentan las grandes empresas a la hora de innovar y en la complejidad de aprovechar la cantidad de datos que pueden recopilarse.

A lo largo del programa se presentaron tres iniciativas desarrolladas por tres empresas de reciente creación que competían por el título al producto más prometedor.

Durante los cinco minutos de intervención de los que pudieron disfrutar estas compañías, presentaron sus proyectos, todos ellos diferentes, aunque pudo comprobarse –como señala un colaborador en un artículo publicado en Publishing Perspectives– que compartían rasgos comunes, sobre todo en cuanto a la curación de contenidos basados en la nube y en el tratamiento de los Open Data.

Josh Mullineux, director de panOpen, mostró los esfuerzos que realiza su empresa para ofrecer libros de texto de código abierto gratuitos, los cuales han sido revisados por expertos y personalizados por los usuarios.

Mads Holmen, fundador y director ejecutivo de Bibblio, explicó cómo su compañía realiza la curación de contenidos a partir de las necesidades de aprendizaje de sus usuarios.

Por último, Harshil Parikh, fundador de Tuva, habló de la necesidad de herramientas que permitan dar sentido y faciliten el aprovechamiento de los datos recopilados.

No hubo un único ganador del título al mejor producto, sino que se produjo un triple empate, algo que según el autor del artículo resulta muy alentador, ya que para qué elegir una buena idea cuando es posible aprovecharse de tres.

Aunque las grandes empresas realizan muy buenas labores –finaliza– el hecho de no ser capaz de elegir una única iniciativa, pone de manifiesto los desafíos a los que se enfrentan los grandes editores educativos a medida que buscan la forma de satisfacer las necesidades digitales de sus usuarios.
 


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