A Roly Keating, director de la British Library, le sorprende que todavía haya gente que se cuestione el futuro de las bibliotecas en la era internet. En su opinión, una institución como una biblioteca cuenta con innumerables valores muy anteriores a la aparición de la red, a los que hay que defender, además de ser una red de gran alcance y un lugar vital para la comunidad.
Durante su intervención en el Hay Festival y que resume Hannah Furness en un artículo publicado en The Telegraph, Keating habló de los planes de futuro de la British Library y sobre el papel que tiene una institución como la suya en la era digital.
Reconoció su sorpresa cuando muchas personas le preguntan sobre la necesidad de las bibliotecas en esta era de los teléfonos inteligentes y los grandes buscadores. En su opinión, las bibliotecas no sólo son necesarias en esta era, sino que podrían sobrevivir al mismo internet. Su supervivencia –asegura– está determinada por lo que la sociedad en su conjunto crea que son las bibliotecas y cuáles son sus funciones.
Cuando se habla sobre bibliotecas –agrega– se hace especial hincapié en los valores tradicionales que representan estas instituciones, incluso hay quien piensa que estos están siendo reemplazados por otros más abiertos y virtuales. Keating reconoce que en una institución como la British Library se encuentran ambas opciones y esto es lo que le dará riqueza y valor.
Para finalizar, destacó cuáles son estos valores que hacen de las bibliotecas escenarios imprescindibles en la sociedad actual. En primer lugar destaca su función como lugares que representan la privacidad y la libertad de pensamiento y expresión. En segundo lugar, que son espacios seguros y lugares de refugio que juegan un papel vital en aquellas comunidades más pobres.
Por supuesto que internet no anula la confianza en las bibliotecas, es más –añade–, muchos de los socios comerciales con los que trabaja la British Library hacen cosas maravillosas y hoy por hoy reconoce que no podría vivir sin ellos. Pero ha sido el paso de los siglos lo que ha otorgado a estas instituciones la confianza que la sociedad tiene en ellas, además de asegurar la autenticidad y la procedencia de la información.
En definitiva, las bibliotecas pueden conformar la red más potente y resistente hasta ahora conocida, en opinión de Keating.