No todo es color de rosa en la edición académica

Andrew Franklin, director gerente de Profile Books, responde en The Guardian a un artículo del escritor Sam Leith en el que crítica el trabajo y la capacidad de selección de las editoriales comerciales en contraste con el buen hacer de las editoriales universitarias, las cuales, en su opinión, disfrutan en estos momentos de una auténtica edad de oro, algo que pone en duda este editor.

Andrew Franklin, director gerente de Profile Books, responde en The Guardian a un artículo del escritor Sam Leith en el que crítica el trabajo y la capacidad de selección de las editoriales comerciales en contraste con el buen hacer de las editoriales universitarias, las cuales, en su opinión, disfrutan en estos momentos de una auténtica edad de oro, algo que pone en duda este editor.

Franklin reconoce que hay casos en los que editoriales comerciales asumen riesgos y cometen errores. No todos los libros que se lanzan están a la altura afirma. Pero a diferencia de la afirmación de Leith, que asegura que las editoriales comerciales están en declive, este editor asegura que por cada libro malo hay muchos brillantes que salen al mercado.

El sector editorial está pasando por tiempos difíciles reconoce Franklin pero esto no quiere decir que su extinción sea inminente, sino más bien que las casas editoriales están obligadas a ser cada vez mejores, más eficientes y competitivas: “Es el momento en el que hay que ser más selectivos en la calidad de los libros que se publican”, añade.

En el caso de las editoriales académicas, su realidad es muy distinta –asegura–, ya que publican muchos libros, pero son conscientes de que solo algunos conseguirán el éxito.

Las editoriales comerciales deben realizar un trabajo mucho mayor de difusión y comercialización para asegurarse de que sus libros llegan a las librerías y se pregunta cuándo fue la última vez que una editorial académica británica puso un título en el mostrador de una librería.

Leith asegura que las editoriales universitarias se encuentran en una edad de oro, algo que este editor pone en duda, ya que en el Reino Unido hay dos editoriales universitarias de importancia, Oxford y Cambridge, y la segunda se encuentra ante una profunda crisis financiera.

En el caso de las editoriales académicas estadounidenses, como por ejemplo Harvard, Yale o Princeton, cuentan con grandes libros premiados pero, como puntualiza este editor, los subsidios editoriales que reciben son millonarios. En cuanto al resto de las editoriales universitarias de los Estados Unidos –afirma–están atravesando importantes dificultades.
 


© Copyright Fundación Germán Sánchez Ruiperez, 2010