CILIP: Los profesionales bibliotecarios no deben ser sustituidos por voluntarios

Andy Richardson, miembro del Chartered Institute of Library and Information Professionals (CILIP), ha pedido a esta organización que manifieste su oposición en relación a una propuesta que han hecho muchas autoridades locales en el Reino Unido, las cuales sugieren que voluntarios relicen los servicios de las bibliotecas. Richardson ha dicho que esta decisión tendría unas consecuencias negativas en la labor fundamental que cumplen las bibliotecas en la comunidad.

Andy Richardson, miembro del Chartered Institute of Library and Information Professionals (CILIP),  ha pedido a esta organización que manifieste su oposición en relación a una propuesta que han hecho muchas autoridades locales en el Reino Unido, las cuales sugieren que voluntarios relicen los servicios de las bibliotecas. Richardson ha dicho que esta decisión tendría unas consecuencias negativas en la labor fundamental que cumplen las bibliotecas en la comunidad.

Por esta razón, ha pedido al CILIP que apoye de manera pública la oposición a este tipo de medidas y que defienda la necesidad de contar con personal cualificado y remunerado para ofrecer unos servicios bibliotecarios de calidad –informa Natasha Onwuemezi en un artículo publicado en The Bookseller.

El presidente de la junta de este instituto, Martyn Wade, ha manifestado su oposición a esta propuesta gubernamental en su blog y ha dicho que los servicios bibliotecarios son fundamentales e importantes en las comunidades, por lo que es necesario que los realicen profesionales. Además ha hecho un llamamiento a los miembros de este consejo para votar a favor de esta resolución.

El Scottish Library and Information –continúa Onwuemezi– ha llevado a cabo un estudio en el que se ha podido comprobar que los voluntarios juegan una parte importante en lo referente a la ampliación y el apoyo en los servicios bibliotecarios. Pero aquellas bibliotecas que no han contratado a profesionales cualificados, no son las que prefieren los miembros de las comunidades locales.

La política oficial del CILIP reconoce el valor de los voluntarios para trabajar junto con los bibliotecarios, pero se opone radicalmente a la sustitución del personal cualificado por voluntarios, con el pretexto de ahorrar dinero.

La resolución –concluye Onwuemezi– se votará en la junta general en Londres en septiembre, si la mayoría de los miembros votan a favor, se considerará muy seriamente que esta decisión quede reflejada en la campaña de defensa de este instituto.
 


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