Cada vez se desarrollan más herramientas para bloquear esos anuncios que molestan tanto al usuario cada vez que visita una página web. El experto en internet Joe Wikert analiza esta tendencia que afecta de forma directa a los editores así como cuáles podrían ser las opciones que tienen para seguir promocionando su contenido.
Estos bloqueadores existen desde hace tiempo pero desde que Apple ha anunciado el lanzamiento de su herramienta en la nueva versión de iOS, resulta muy sencillo eliminar los anuncios de su navegador, algo que ha puesto en alerta a los editores, ante la perspectiva de que se consuma su contenido sin poder monitorizar los anuncios que lo acompañan.
Según Wikert, los modelos de negocio a través de páginas relacionados con el contenido están todavía anclados en el pasado.
A través de la web se puede acceder de forma gratuita al contenido subvencionado por anuncios o mediante los muros de pago –explica. Con la aparición de estos bloqueadores de anuncios, los editores se ven obligados a tomar una decisión en relación a ese contenido gratuito que ofrecen.
Existen distintas opciones –señala Wikert– algunos seguirán ofreciendo contenido gratuito y aceptarán que los consumidores lean de forma gratuita sin recibir el beneficio que reportaba los anuncios y otros –agrega– preferirán seguir el modelo de los muros de pago con la satisfacción de pensar que su contenido no está siendo bloqueado.
Wikert añade un tercer caso, el de aquellos que ofrecerán su contenido de forma gratuita aunque esté patrocinado por anuncios, es decir, se desarrollará un determinado tipo de tecnología que mostrará el contenido solo si se ve el anuncio.
En su opinión, para que este modelo gratuito persista, seguirán apareciendo mecanismos que aseguren que tanto los creadores de contenido como los editores continúan recibiendo ese flujo de ingresos para seguir produciéndolo.
Se trata de una evolución y solo los más fuertes y eficientes serán los que sobrevivan –asegura Wikert. La aparición de este tipo de mecanismos para bloquear los anuncios es una llamada de atención por parte de los lectores, que son los que encuentran tan irritantes este tipo de publicidad, por lo que los editores deberían de estar bien atentos a esta llamada y asegurarse de que la publicidad es más atractiva y menos molesta.