Las ventas de libros infantiles en el Reino Unido han aumentado en algo más del tres por ciento en 2015 gracias a los libros ilustrados, los de ficción y los de colorear, según los datos recopilados por Nielsen BookScan. Kiera O’Brien ofreció estos y otros datos durante su intervención en The Bookseller Children’s Conference que recoge un artículo publicado en este medio.
Aunque 2014 fue un año extraordinario para el libro infantil en el Reino Unido con un aumento de casi el nueve por ciento, 2015 está aportando unos datos interesantes y con tendencia al alza –comenta O’Brien.
Los libros para colorear han supuesto un gran impulso para otros géneros y la obra de Tom Fletcher y Dougie Poynter, The Dinosaur That Pooped a Lot [El dinosaurio que hacía mucha caca] ha alcanzado unas cifras de ventas increíbles.
Las ventas de literatura juvenil han bajado este año, pero O’Brien no le da demasiada importancia, ya que en 2014 se consiguieron cifras astronómicas con la trilogía Divergente de John Green que vendió unas cien mil libras por título. [Unos 135.000 euros].
Los ingresos de libros de no ficción para niños se redujeron en casi el trece por ciento, aunque las ventas de libros de texto y guías de estudio se incrementaron en un cuatro y medio por ciento.
Si el mercado continúa en esta línea de crecimiento –señala O'Brien– se espera que el año finalice con unos beneficios de trescientos cuarenta y cinco millones de libras, unos cuatrocientos sesenta y siete millones de euros.