La Comisión Europea tiene el propósito de reformar la ley de copyright, pero no con la intención de debilitar los derechos de autor, sino con la de conseguir una reforma equilibrada que beneficie a los consumidores y a los titulares de los derechos de las obras. Así lo ha manifestado Günther Oettinger, miembro de la Comisión Europea y responsable de la Economía Digital y Sociedad, durante su intervención en la Feria del Libro de Frankfurt, en la que LecturaLab estuvo presente. La Fundación Germán Sánchez Ruipérez ha participado en la asamblea de NEM (New European Media) en cuyo contexto se produjo la intervención del Comisarios europeo.
Durante la conferencia, Oettinger dijo haber escuchado voces que aseguraban que los verdaderos planes de la Comisión eran debilitar la protección de los derechos de autor, algo que desmintió. El copyright –dijo– es el incentivo para que los editores inviertan en nuevos proyectos, por lo que se necesitan unas condiciones que sean claras, fiables y que aseguren que se puede pagar a todas las personas involucradas en sacar adelante cualquier proyecto.
También es el salvavidas de los autores –afirmó– ya que asegura una remuneración justa. Por lo tanto, cuando se habla de la modernización de los derechos de autor, se está hablando de preservar esos incentivos para la industria editorial y de asegurar ese salvavidas que necesitan los autores.
Existe cierta inseguridad jurídica –apuntó Oettinger–, ya que dentro de la Unión Europea es difícil armonizar una única ley de derechos de autor entre los estados miembros.
Es necesario asegurar la existencia de una claridad jurídica y sin recovecos. Un investigador necesita saber bajo qué condiciones está consultando un texto. Un profesor –señaló Oettinger– debe de tener una claridad jurídica plena para asegurarse de que no se le hará responsable, ni se lo penalizará si utiliza ciertas partes de algún libro para dar un curso online. En el caso de un archivero, debe de saber a ciencia cierta si puede o no digitalizar un libro y ponerlo a disposición de un investigador o de un estudiante que realiza una consulta a distancia.
Las cláusulas que rigen el derecho de autor se redactaron en un momento en el que muchas de las opciones que existen hoy para descubrir, defender y compartir las ideas no existían, a lo que hay que sumarle –señaló– el hecho de que la educación y la investigación han superado las fronteras y son cada vez más transversales.
Oettinger también hizo alusión a las empresas que participan en la producción y distribución de contenidos y comentó la existencia de una preocupación creciente de que estas plataformas estén negando una remuneración justa a los titulares de los derechos de las obras, por lo que con esta remodelación de la ley –subrayó Oettinger– se permitirá a los titulares de los derechos de autor estar en posición de negociar y conceder licencias de forma equitativa.