La Unión Europea quiere que se aplique el mismo IVA a los libros en papel y a los de formato electrónico. Pero ahora, y desde Alemania, se va un paso más allá, ya que se busca lograr que los consumidores tengan el mismo derecho en ambos formatos de tal manera que puedan revender los ebooks que compran.
Según ha informado el Ministerio de Protección al Consumidor del estado federal alemán de Baden-Württemberg a Buchreport.de, se pretende que los consumidores tengan los mismos derechos sobre los ebooks que compran y puedan revenderlos.
En el momento en el que un consumidor adquiere un ebook lo que verdaderamente está comprando es una licencia para utilizarlo –recuerda Nate Hoffelder en un artículo publicado en The Digital Reader. Pero esa licencia a menudo excluye la posibilidad de que esa persona sea la poseedora de ese archivo y por consiguiente pueda revenderlo. Esa situación se da en casi todos los países, aunque existen excepciones, como por ejemplo Holanda, donde los consumidores ganaron este derecho, o algunos minoristas como O'Reilly, que vende bajo una licencia mucho más permisiva.
En Baden-Württemberg quiere cambiarse esta situación y se solicita la aplicación del principio de agotamiento a los libros electrónicos. Esta doctrina de agotamiento –explica Hoffelder– es un límite que se aplica en los derechos de propiedad intelectual según la cual el control de la titularidad finaliza cuando un elemento, como por ejemplo un libro, se vende. Gracias a esta doctrina es por la que puede revenderse un libro en papel.
En Europa los consumidores pueden revender software; sin embargo cuando se trata de los libros electrónicos los tribunales alemanes han dicho que los minoristas pueden hacer que los consumidores renuncien al derecho de participación al firmar un acuerdo en la licencia de compra de un ebook. Pero estas cláusulas o similares también se encuentran las licencias de software –apunta el periodista.
Aunque no se trata de un caso vinculante hasta que alguien lo presente a los tribunales, sienta precedente, por lo que con este caso se está un poco más cerca de que los consumidores alemanes puedan revender sus ebooks.