Un escritor, ex-periodista y colaborador de Publishing Persperctives ha manifestado en un artículo su total convencimiento de que los publicistas deben trabajar codo con codo con los escritores y recibir una formación adecuada para realizar campañas eficaces, en especial cuando se trata de títulos de no-ficción.

Cuando un editor está barajando la posibilidad de lanzar un libro, presta atención a su potencial publicitario, pero en ocasiones su propio departamento de publicidad carece de las habilidades y estrategias necesarias para realizar las campañas precisas, ya que no son periodistas –asegura tajante este escritor.

En su experiencia como escritor y periodista asegura que cada vez que lanza un libro, busca aquellas líneas que atrapen la atención del comprador potencial y se las pasa al departamento de publicidad correspondiente, pero éste las ignora. Escribe artículos bien construidos e interesantes para los editores para promocionar su obra, pero también son ignorados. Y de repente –continúa– cuando todo parece que está perdido, su libro tiene luz verde y comienza su lanzamiento.

Confiesa que no es que cuente con una gran lista de contactos, sino que como periodista sabe cómo piensa un editor, cómo funciona una sala de redacción y, sobre todo, destaca su tenacidad y determinación, puntos fundamentales que le han servido en multitud de ocasiones.

Con la irrupción del mercado digital este escritor está convencido de la necesidad de una relación directa entre editores, autores y todos los implicados en los medios de comunicación. Cree que sería útil que los editores contrataran a periodistas para sus departamentos de publicidad y que a sus publicistas se les ofreciesen cursos de formación sobre la manera de leer un libro para encontrar aquellos titulares que son más precisos en la realización de campañas de marketing eficaces.