Presentar una lectura es mucho más que presentar una historia; es una actividad que, para los niños, puede convertirse en una experiencia que contribuya a orientarlos en la elección de una obra, acompañarlos en su experiencia lectora y fomentar el gusto por esta.
Para llevarla a cabo, lo único imprescindible es conocer historias de interés para este público. En cualquier caso, conviene aplicar algunas pautas que contribuyen a mejorar y enriquecer su desarrollo y sus resultados:
· Seleccionar las lecturas teniendo en cuenta la edad del público, sus gustos e intereses; se recomienda también la variedad, tanto de tipologías como temática. La selección también se puede hacer en torno a un tema, un autor, una misma historia contada de muy distintas formas…
· Leer atentamente la obra seleccionada y buscar información sobre ella: reseñas, la biografía de su autor y/o ilustrador, otras de sus obras… Es importante conocerla a fondo.
· Pensar previamente la estrategia que se va a utilizar (el apoyo de libro, la proyección de imágenes, títeres…) y la duración recomendada: un grupo muy grande o una actividad demasiado larga pueden no funcionar. No debemos olvidar el componente lúdico, todo resultará más atractivo y sugerente para el niño y su interés y participación mayores.
· Escoger el lugar y el momento adecuados, que favorezcan un clima agradable y participativo.
La presentación se puede acompañar de otras actividades complementarias. A continuación se ofrecen distintas posibilidades para las distintas edades:
Con los más pequeños:
- Cada oveja con su pareja: tras la presentación, se invita a los niños a emparejar a los personajes con su historia correspondiente, a través de tarjetas de imágenes.
- Ordena la historia: se propone a los participantes que construyan una historia con imágenes de distintas escenas de la obra presentada.
Para los primeros lectores:
- ¿De quién hablamos?: consiste en implicar a los niños en la selección de la historia que se va a presentar. Un voluntario elije un libro en secreto; el resto de participantes tendrá que descubrir cuál es a través de un juego de preguntas y respuestas sí o no.
- Pon título a la historia: Ocultar el título de la obra a presentar; al final, se invita a los participantes a elegir un título para la historia y se descubre el original.
Cuando ya saben leer:
- Y después, ¿qué?: proponer a los niños que imaginen un final para la historia presentada y compartirlo. Al final, se les recuerda que consulten la historia para conocer el verdadero final.
- El libro fragmentado: presentar varias obras y varios fragmentos extraídos de ellas; a continuación, repartir tarjetas con estos últimos y jugar a averiguar a qué obra pertenecen.