Clausurada la Feria del Libro Infantil de Shangai que se celebró del 7 al 9 de noviembre de 2013, los editores extranjeros han manifestado su plena satisfacción por lo resultados que han conseguido. El gusto por los libros ilustrados y la introducción de títulos en inglés en el mercado chino, han sido los dos puntos fuertes de esta muestra.
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Andrew Sharp, director de la sección digital de libros infantiles de la editorial Hachette, comentó a The Bookseller que su experiencia en esta feria ha sido fantástica y abrumadora a partes iguales. En un primer momento tenía acordadas unas cincuenta reuniones, pero al final ha celebrado más del doble. Podría haber vendido diez veces más –añade– si hubiera sido capaz de hacerlo.
La feria –continúa– se centró principalmente en los libros de ficción e ilustrados. También destaca el hecho de que la mentalidad que durante muchos años ha tenido este país de leer para aprender, parece estar cambiando y en estos momentos se acerca más a la idea de leer por placer.
Abdul Thadha, fundador de la editorial Sweet Cherry Publishing, también manifestó en este artículo su sorpresa al comprobar la cantidad de bibliotecarios que se acercaron a esta feria y que estaban muy interesados en comprar libros en distintos idiomas. Coincide con Sharp en que los libros ilustrados han sido los que más interés han despertado. La única cosa que recomienda cambiar en sucesivas ferias es la posibilidad de contar con más distribuidoras ya al parecer no asistió ninguna y las considera una parte fundamental para el negocio. Se suponía –continúa– que la inclusión en el mercado asiático de su editorial no tendría lugar hasta dentro de un año, pero tras observar el éxito obtenido, ha decidido cambiar su estrategia y adelantar este movimiento un año.
La otra cara de la moneda –informa el artículo– es la frustración de los editores chinos ante la falta de interés de las editoriales británicas por sus títulos. Zhu Jing, director de la editorial Zheijiang Juvenile & Children's Publishing House, dijo a The Bookseller que esperaba vender más títulos en el Reino Unido y aunque ha asistido a distintas ferias y ha probado hacer negocio con distintos agentes, de momento sus libros no han conseguido demasiado éxito.
La jefa de edición y vicepresidenta de Shanghai Century Publishing está de acuerdo con lo expuesto por Zhu Jing. Aunque reconoce que aumenta la importancia que le dan los padres de este país a la lectura e informa de que su editorial ha publicado muchos libros importados, ha podido comprobar que las exportaciones han sido bastante bajas.