El director del Cerlalc, Fernando Zapata, se ha propuesto dar el paso de modificar las bases de cálculo de las aportaciones internacionales del organismo y llevar a cabo una consolidación e incremento del presupuesto operativo y así favorecer su estabilidad y su capacidad de actuación. El objetivo final de Zapata es permitir que los equipos de Cerlalc puedan liberarse de la servidumbre de la ejecución de proyectos que llegan con financiación y poder dedicarse a desarrollar la labor principal encomendada al organismo.
El Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc) ha tenido que enfrentarse a problemas de financiación durante la mayor parte de su historia. Este organismo internacional se nutre de las cuotas con las que contribuyen los estados miembros y esto se ha producido habitualmente con carencias, retrasos y cierta falta de compromiso por parte de los ministerios de hacienda en algunos momentos. Actualmente Fernando Zapata y su equipo han conseguido estabilizar la situación.
En el discurso para saludar a los asistentes en la 28.ª reunión extraordinaria del consejo del Cerlalc –celebrada por vídeoconferencia el 5 de febrero de 2014– Fernando Zapata recuerda que sería la tercera ocasión, en las más de cuatro décadas de vida del organismo, en que se haría un ajuste de los aportes estatutarios. La última revisión se remonta al 1993 y desde entonces han pasado veintiún años.
Zapata menciona que en la 27.ª reunión ordinaria del Consejo de Cerlalc, celebrada el 7 de noviembre de 2013, "se discutió una propuesta para incrementar en un ciento por ciento el monto de los aportes de cada uno de los países, con la posibilidad de hacer efectivo el incremento en un año o de dividirlo en dos incrementos del cincuenta por ciento".
Detalla que en esa reunión se presentó también una metodología "que había sido ya puesta a consideración del Consejo en el año 2011, en la ciudad de México". Esta metodología consiste, fundamentalmente –indica Zapata– "en determinar los aportes a partir de cuatro variables: producto interno bruto, producto interno per cápita, importaciones de libros y número de títulos registrados, según la información proporcionada por las agencias nacionales de ISBN".
Según señala Zapata, cada uno de los miembros recibió el 15 de diciembre de 2013 "un documento elaborado por el Cerlalc donde se establece y explica con precisión esta metodología para la fijación y aumento de los aportes estatutarios que los países miembros hacen al organismo año tras año".
Destaca igualmente que "sería la primera vez, durante los cuarenta y tres años de historia del Centro, que se utilizaría un mecanismo construido a partir de criterios técnicos para establecer los aportes de cada uno de los países miembros".
También subraya que la urgencia con la que debieron convocar esa reunión "causada por la precaria situación financiera que hoy por hoy atraviesa el organismo, no debe llevar a engaño. La propuesta de incrementar los aportes de los países no se puede asimilar a una solución de emergencia para hacer frente a las consecuencias de una coyuntura pasajera. Se trata, por el contrario –dice–, de atender una situación de carácter estructural, sobre la cual se había venido advirtiendo desde, por lo menos, el año 2010".
Zapata afirma que "con el paso del tiempo ha disminuido la participación relativa del total de los aportes en los presupuestos anuales del Centro. Han aumentado, en cambio, las expectativas en torno al Cerlalc. Aún a riesgo de pasar por presuntuosos, podemos decir con tranquilidad que hemos hecho nuestros deberes".
También pone énfasis en que "garantizar una base presupuestal, constituida por las cuotas de los países miembros, es pues fundamental para asegurar la estabilidad del organismo en el largo plazo".
El discurso completo de Zapata está disponible en este enlace.