La Biblioteca Pública de Edmonton (Alberta, Canadá), que ha sido pionera desde su creación hace 101 años en multitud de iniciativas para mejorar su servicio a la comunidad, ha sido galardonada con el premio Gale/Library Journal 2014 que distingue a la "Biblioteca del año".
En un extenso
artículo en
Library Journal, John N. Berry reseña el trabajo realizado por la Biblioteca Pública de Edmonton (EPL) desde sus inicios en 1913 en los altos de una licorería y carnicería hasta su configuración actual como un lugar de encuentro, dedicado a conectar a las personas y estimular la expansión de las mentes.
La EPL, que cambió los parámetros de lo que significa una biblioteca pública, es un lugar donde "los europeos y los aborígenes siempre se reunieron y negociaron", y donde hoy la gente viene a "recomenzar, a construir algo nuevo, a probar algo, y dejar su huella", según los fundamentos del premio.
La
web de la EPL refleja el
orgullo de la institución por haber recibido por unanimidad esta distinción que para las bibliotecas equivale al Premio Nobel y también por ser la primera de Canadá en obtener este prestigioso galardón.
Entre otras iniciativas, el periodista de Library Journal señala que, en 1941, la EPL fue la primera biblioteca pública en América del Norte en ofrecer un servicio móvil mediante el uso de un tranvía adaptado. En 1979 también fue pionera en instalar un sistema de circulación integrado e informatizado. En 2007 fue la primer biblioteca pública urbana que aplicó en Canadá la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia).
Ese mismo año, la EPL fue la primera en implementar en Alberta un servicio bibliotecario sobre la cultura aborigen y en recibir la designación Senior Friendly del Consejo de la ciudad sobre personas mayores. Igualmente la EPL fue la primera en desarrollar la tecnología ME para bibliotecas, que permite a los usuarios auto-registrarse para el acceso inmediato al intercambio bibliotecario de toda la provincia, sin intervención del personal.
También ha estado a la cabeza de los cursos de aprendizaje en línea, acceso a música o vídeos en línea o a los ebooks de Simon & Schuster. Entre otras innovaciones, la EPL fue la primera en Canadá con una aplicación para iPhone, y también en ofrecer tanto una máquina de préstamo como un buzón para devoluciones en otros puntos de la ciudad. También ha sido la primer biblioteca pública en Canadá en ubicar una sucursal en el interior de una biblioteca universitaria.
Aunque, como señala Berry, más importante que todo eso es el
compromiso integral y estratégico de la EPL para desarrollar un servicio dirigido a la comunidad. Y parte del mérito se lo atribuye a las responsables de la biblioteca,
Pilar Martínez y Linda Cook, que en lugar de esperar que la gente acuda a la biblioteca han comprendido que es la biblioteca la que tiene que ir al encuentro de los usuarios, con acciones orientadas a la
comunidad que trascienden el habitual cometido de una biblioteca.