El 23 de diciembre se ha presentado el nuevo Plan de Fomento de la Lectura impulsado por el Ministerio de Cultura.

 

María José Gálvez, Directora General del Libro y Fomento de la Lectura 2021-2024, fue la encargada de explicar las líneas generales del plan y el enfoque estratégico que pretende desarrollar, bajo el lema de la #LecturaInfinita. 

 

La Directora General del Libro y Fomento de la Lectura destacó la naturaleza abierta del Plan, en el que se incluye un esquema de adhesión al mismo que se va a presentar en enero y también se va potenciar la evaluación: "No vamos a esperar hasta el 2024, sino que a través del Observatorio del Libro haremos una evaluación continua".

 

El Ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, explicó las implicaciones de esta iniciativa y su relación con otras medidas -como el bono cultural para las personas de 18 años- que el departamento que dirige está poniendo en marcha para impulsar los hábitos culturales. El objetivo del equipo del Ministerio era presentar  un plan "abierto, en el que todo cabe y se puede sumar todo el mundo", desde los agentes culturales como los gremios de libreros, editores y bibliotecas, entre otros, hasta el propio ciudadano. 

 

El Presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Patrici Tixis, leyó una breve intervención en la que se felicitaba por el lanzamiento de este plan y aportaba una visión innovadora y de calado sobre lo que debería significar el fomento de la lectura.

 

De forma muy explícita se refirió al impacto de la lectura sobre toda la sociedad “Desafíos como la productividad y el crecimiento económico; la educación; la formación; el desarrollo territorial equilibrado; las deficiencias del mercado de trabajo; la desigualdad o la conversión de progreso en bienestar serían más fáciles de alcanzar si nuestra sociedad no solo leyera más, sino que mejorara la comprensión lectora”. 

 

Y propuso que la lectura se incluya como uno de los desafíos de la Estrategia Nacional a Largo Plazo” para 2050.

 

Añadiendo: “No les quepa la menor duda de que mejorar los índices de lectura y de comprensión lectora así como recuperar la enseñanza de humanidades en los curriculums escolares equivale a dotar de  herramientas a los ciudadanos para que puedan entender mejor la sociedad en que vivimos, su historia y su contexto social. A mejorar las competencias profesionales a medio y largo plazo de los ciudadanos. A contribuir a que pueda digerirse mejor el alud de información que nos invade para transformarla en conocimiento. Y, en definitiva, despertar el espíritu crítico”.

 

Este enfoque es convergente con las ideas de la Fundación GSR en cuanto a la necesidad de vincular a la lectura, las bibliotecas y a la propia industria del libro con objetivos muy amplios de la sociedad. 

 

A continuación se recoge el texto completo de la intervención de Patrici Tixis, gracias a su amabilidad por haberlo compartido con la Fundación GSR.

 

Buenos días a todos.

 

Quisiera empezar dando las gracias al Ministro de Cutura y Deporte y a la Directora General del Libro por invitar a la Federación de Gremios de Editores de España a participar en la presentación del plan de Fomento de la Lectura y también por haber convocado la Mesa de Fomento a la Lectura hace un año en la que hemos podido hacer aportaciones que espero que se vean concretadas en las acciones de este Plan.

 

Bienvenido sea, pues, este nuevo Plan.

 

Creo que entre todos hemos conseguido crear una conciencia de la importancia de la lectura y del necesario impulso institucional. De hecho, en muchos niveles de las distintas administraciones del Estado (comunidades autónomas, ayuntamientos y diputaciones de toda España) se están empleando recursos para diseñar sus propios planes. Estoy seguro de que si estos esfuerzos fuéramos capaces de coordinarlos y de implicar a los responsables educativos, -desde la Ministra de Educación, a consejeros de Educación de las autonomías, concejales de ayuntamientos y responsables de las Diputaciones-, los resultados serían mucho más relevantes.

 

Hemos visto varios planes de lectura a lo largo de los últimos veinte años. Y hemos visto crecer los índices de lectura muy lentamente, a excepción del crecimiento de estos dos últimos años. Se lee más, pero todavía hoy un tercio de la población española no lee nada y es imprescindible y urgente corregir este desequilibrio. Recordemos que en el mundo, las sociedades más desarrolladas generalmente son las más lectoras y para reducir los desequilibrios y las brechas sociales, la lectura es una herramienta esencial.

 

Aunque todos reconocemos que la mejora de los índices de lectura y de la comprensión lectora son dos de los retos más importantes que tiene este país a medio plazo, uno tiene la sensación de que no está suficientemente reconocido en la agenda de las grandes prioridades del país.

No me refiero al empeño del Ministerio de Cultura, que precisamente hoy está presentando el plan hasta 2025. Ya sabe el ministro que al mundo del libro más que pedir lo que le gusta es ofrecer. Y queremos ofrecerle una oportunidad que podría dar a la lectura un espaldarazo enorme.

 

Hace pocos meses el presidente del Gobierno impulsó un documento llamado de “Fundamentos y propuestas para una estrategia Nacional a Largo Plazo” con el horizonte puesto en 2050. El documento programático contiene  nueve desafíos:

 

1.   El de la productividad y el patrón de crecimiento económico

2.   El desafío de la educación en la población más joven

3.   El desafío de la formación y la recualificación de la fuerza trabajadora

4.   El desafío climático y medioambiental

5.   La adaptación de nuestro estado del bienestar a una sociedad más longeva

6.   El desarrollo territorial equilibrado, justo y sostenible

7.   Las deficiencias de nuestro mercado de trabajo y su evolución futura

8.   Reducir los niveles de pobreza y desigualdad

9.   Conseguir que este progreso se convierta en mayor bienestar.

 

Una lista de 9 desafíos que, en nuestra modesta opinión, es incompleta. Y le ofrecemos, Sr. Ministro, un décimo desafío. Mejorar claramente los índices de lectura y alcanzar un 100% de comprensión lectora.

 

Desafíos como la productividad y el crecimiento económico; la educación; la formación; el desarrollo territorial equilibrado; las deficiencias del mercado de trabajo; la desigualdad o la conversión de progreso en bienestar serían más fáciles de alcanzar si nuestra sociedad no solo leyera más, sino que mejorara la comprensión lectora. Y habría que recuperar con fuerza la enseñanza de las humanidades en los curriculums educativos, porque en los últimos años ha ido perdiendo terreno de forma alarmante.

 

No les quepa la menor duda de que mejorar los índices de lectura y de comprensión lectora así como recuperar la enseñanza de humanidades en los curriculums escolares equivale a dotar de herramientas a los ciudadanos para que puedan entender mejor la sociedad en que vivimos, su historia y su contexto social. A mejorar las competencias profesionales a medio y largo plazo de los ciudadanos. A contribuir a que pueda digerirse mejor el alud de información que nos invade para transformarla en conocimiento. Y, en definitiva, despertar el espíritu crítico.

 

El reconocido pedagogo Gregorio Luri, que tuvimos el placer de escuchar en una de las ediciones del Forum Edita que los editores celebramos cada año en Barcelona, sostiene que se puede predecir con bastante exactitud qué alumnos triunfarán o fracasarán en la escuela teniendo en cuenta su competencia lectora a los 9 años. Esa es una edad clave, dice Luri, cuando están en tercero de primaria, porque es un momento en el que pasan de aprender a leer a aprender leyendo. Y las competencias lingüísticas marcan la diferencia.

 

Dice Gregorio Luri que el fracaso escolar es básicamente un fracaso lingüístico.

 

Por lo tanto, bienvenido sea este nuevo Plan en la medida que pueda contribuir a mejorar la lectura y la comprensión lectora y esperemos, señor Ministro, que nuestra aportación a incluir un décimo desafío, el de la mejora de los índices de lectura y de la comprensión lectora, no caigan en saco roto.

 

Muchas gracias.