Tres del las cinco grandes editoriales estadounidenses han reconocido una caída en sus ventas. Aunque hay quien señala que ésta puede deberse a la devaluación del euro, para Jane Litte, abogada y fundadora de Dear Author, el mercado del libro se encuentra en un momento de recesión, como explica en un artículo publicado en su web.
Cuando la cadena de librerías Borders cerró en 2011, Barnes & Noble se hizo con su lista de clientes. Este movimiento empresarial no se ha traducido en un repunte de las ventas finales, aunque tampoco quiere decir que el gigante editorial no sea rentable –apunta Litte. Si a este dato se le suma el hecho de que durante la campaña navideña de 2014 las ventas totales de libros fueron muy suaves, esta abogada ve ciertos signos que apuntan a una relativa recesión en el mercado del libro.
Hay quien asegura que estas cifras de ventas se deben a la llegada de los autores independientes. Otros, por su parte, están convencidos de que el desencadenante ha sido Amazon. Sin embargo, Litte confiesa tener ciertas dudas.
En su opinión, los autores “indie” no cuentan con los recursos de las grandes editoriales y deben asumir todo el riesgo a la hora de publicar si quieren hacerse con la totalidad de los beneficios. Por esta razón –asegura Jane– es más que probable que se decanten por escribir libros que sean más vendibles, lo que en definitiva limita a largo plazo la experimentación.
En el caso de los editores tradicionales, si que es cierto –reconoce esta abogada– que asumen más riesgos a cambio de un mayor porción del pastel de las ganancias, pero si el mercado se contrae, como sospecha, los editores tradicionales asumirán menos riesgos y dependerán cada vez más de las tendencias.
Aunque espera equivocarse, Litte manifiesta su preocupación ante la posible contracción del mercado y lo que esto supondría para el futuro del libro y en particular en lo referente a la calidad literaria.