Los escritores que deciden autoeditar su obra se encuentran en estos momentos ante serias dificultades para vender sus ebooks online. Muchas librerías y empresas están cerrando y Amazon cambió las reglas del juego en su servicio Kindle Unlimited. ¿Qué puede hacer un autor ahora? Michael Kozlowski analiza esta situación en un artículo publicado en Goodereader.
Oyster informó que cerraba su compañía definitivamente a principios de 2016. Scribd declaró estar perdiendo dinero con las novelas y otras categorías de su catálogo por lo que ha tomado la decisión de eliminar doscientos mil libros autoeditados de este género. Google Play Books –señala Kozlowski– ha sido una opción viable para los autores independientes, pero la compañía decidió poner fin a todos los nuevos registros hasta que pueda poner en marcha mecanismos para evitar la piratería.
A todos estos cambios hay que añadir que Amazon cambió las reglas del juego en su programa Kindle Unlimited. En estos momentos los usuarios pagan una pequeña cuota mensual y tienen acceso a más de cien mil libros y sobre todo de autores independientes. Pero actualmente el gigante minorista paga a sus autores en función de las páginas que se leen.
Uno de los inconvenientes que Kozlowski ve a este giro en la política de la empresa es que al poner énfasis en la longitud del libro en lugar de en la calidad, muchos géneros van a sufrir, como por ejemplo las obras de ficción seriadas y los libros infantiles.
Los autores independientes siguen teniendo empresas para distribuir sus libros pero las opciones se han reducido considerablemente –asegura Kozlowski. Muchos autores confiesan que las ventas que consiguen a través de servicios como Kobo Writing Life, Nook Press o iBooks son prácticamente inexistentes, sobre todo porque Amazon controla el setenta y cinco por ciento del mercado del libro en Estados Unidos y el noventa y cinco en el Reino Unido.
El periodista recomienda a aquellos autores que hayan escrito menos de tres libros que utilicen KDP SELECT y Kindle Unlimited. Aunque es muy posible que no consigan grandes cantidades de dinero, el gigante minorista sabe que los autores están dispuestos a ganar menos si su obra puede llegar a un mayor número de lectores.