Reservar en casa un espacio para los libros de nuestro hijo es una excelente idea. No se trata de una simple cuestión de orden, o de encontrarles un sitio, sino de algo normal y necesario en un hogar donde se aprecia y comparte el valor que tiene la lectura y se estimula su práctica. Contar con una biblioteca personal fomenta actitudes positivas del niño hacia los libros, contribuye a que les dedique una atención especial y los cuide.
¿Qué debes tener en cuenta a la hora de crear la biblioteca del niño?
· El lugar. Busca un espacio que sea fácilmente accesible para él y que además permita ver bien los libros y el resto de materiales.
· No los mezcléis con los juguetes. Es importante que desde un principio demos a la lectura una consideración especial.
· Cuanto mayor es el niño, es más recomendable que la biblioteca se coloque en un espacio que sienta como propio, por ejemplo su habitación.
· La organización. Resulta imprescindible a medida que su colección crece, aunque es conveniente establecer un sistema desde el principio, que ayude al niño a localizar fácilmente los libros.
· Organizar la biblioteca le ayuda además a descubrir y diferenciar géneros, temas, personajes y formatos. Es una vía para educar en este sentido al lector, que además fomenta sanos hábitos de cuidado y orden.
· Los métodos para organizar la biblioteca pueden ser muy variados. Elije uno sencillo de mantener y que creas que resultará motivador para el niño:
- Por temas (misterio, aventuras, vida real)
- Por géneros (álbum ilustrado, novelas, informativos, rimados)
- Teniendo en cuenta a los personajes protagonistas (animales, personas)
- Otros válidos, aunque menos interesantes: por formato o tamaño, por editorial…
· La disposición. Colocar los materiales con esmero, cuidando que estén visibles y fácilmente accesibles es práctico y muestra además el interés y respeto que se tiene por ellos.
· Se puede tener una caja o un espacio reservado para materiales prestados de la biblioteca, para que no se confundan con los vuestros.
¿Y en cuánto a los libros?
Aplica la máxima de calidad más que cantidad, aunque para el niño será estimulante ir viendo cómo su biblioteca crece con él.
La composición de la colección dependerá lógicamente de la edad y, por supuesto, de sus gustos y preferencias particulares; no olvides que en lectura nunca se trata de imponer, sino de orientar al niño a medida que va creciendo. Conviene que desde sus primeros años colabore en la elección de sus lecturas, por eso es bueno llevarlo de vez en cuando a la librería para ojear y elegir los libros.
No se puede establecer un modelo único ni ideal de biblioteca. Intenta dotarla de variedad, enriqueciéndola poco a poco con materiales de distintas temáticas, formatos y soportes (libros, audiovisuales…). Al incorporar los nuevos, preséntaselos al niño como una novedad. Haz que los envuelvan en la librería y que los niños los reciban en casa como un regalo importante. Crea expectación, sorpresa…y acompaña al niño en su primer contacto con ellos.
Y no tienes por qué esperar a fechas señaladas; cualquier día es adecuado para hacerse con un libro.
Pequeños juegos para desarrollar en vuestra biblioteca
Además de contar y leer en voz alta cuentos puedes:
· Elaborar separadores para agrupar y ordenar los libros. Se pueden hacer con algún material resistente (cartón o madera) y darles la forma necesaria para que se vean.
· Elaborar tarjetas de identificación para pegar en el interior del libro: "Este libro pertenece a…"
· Decorar los cajones o la estantería donde se colocan los libros.
· Incrementar la colección con libros artesanales, creados por vosotros. |