Christopher Platt revela que la
Biblioteca Pública de Nueva York –de la que es director de Colecciones y Circulación– ha modificado drásticamente su funcionamiento para adaptarse a los desafíos que supone la aparición de un nuevo tipo de usuario, el que demanda el préstamo de libros electrónicos. Platt pone como ejemplo de los cambios estratégicos realizados por la Biblioteca de Nueva York la contratación de personal residente en la costa Oeste de los EE.UU. para atender sin demora las peticiones de los socios en un país en el que hay cuatro husos horarios.
Después de la incorporación del libro digital a su servicio de préstamos, la Biblioteca de Nueva York –distribuida en noventa puntos– ha alcanzado por primera vez en la historia un tráfico que supera los dos millones de préstamos mensuales.
Debates sobre el impacto en el trabajo bibliotecario
Las conversaciones que se desarrollaron con motivo de la presencia de Platt en el Laboratorio de la Lectura ha dejado la conclusión deque para la Biblioteca de Nueva York el préstamo de libros electrónicos se ha transformado en un servicio básico, lo que le permite afirmar la aparición de un usuario diferente al que se ha conocido durante toda la trayectoria anterior del servicio bibliotecario moderno.
La variable fundamental para la transformación es que ahora el usuario tiene movilidad, y gracias a las nuevas tecnologías y dispositivos portátiles puede y exige poder leer en cualquier sitio y en cualquier momento y no necesita esperar en un mostrador a que se le entregue el libro. La consecuencia se vincula al papel del usuario: el nuevo usuario participa más en el proceso bibliotecario y el usuario que interviene más valora más la biblioteca.
En realidad, la Biblioteca se ha tenido que replantear todo su quehacer a partir del éxito de la incorporación del libro digital a sus colecciones y se encuentra ante el desafío de sostener su capacidad de respuesta ante los usuarios a pesar de los recortes presupuestarios y el comportamiento de la industria y los proveedores de contenidos digitales.
En ese sentido, la Biblioteca Pública de Nueva York (NYPL) constituye un modelo de referencia para la implantación de estrategias bibliotecarias adaptadas a las necesidades y las demandas que genera el nuevo escenario de la “cultura en digital”. Los cambios implementados por esta institución para renovar sus servicios tradicionales y ofrecer a sus usuarios lo que estos necesitan, en el lugar y el momento en el que lo necesitan, marcan pautas a seguir para otros agentes de sector de la promoción cultural.
Las opiniones de Christopher Platt
Platt respondió a un cuestionario para Lectura Lab después de su participación en las
19ª Jornadas de Bibliotecas Infantiles, Juveniles y Escolares que se celebraron los días 2, 3 y 4 de junio de 2011 en el
Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil (
CILIJ) de la
Fundación en Salamanca en el que explica los aspectos más significativos y las lecciones aprendidas del irrefrenable proceso de renovación que está experimentando la biblioteca.
¿Cómo debe funcionar una biblioteca en un contexto cada vez más virtual en el que los servicios, recursos y sistemas de comunicación en línea tiene peso creciente?
¿Cómo podemos atraer e involucrar en la dinámica de la biblioteca a usuarios que ya no están ella, que la usan desde su propio punto de servicio (su ordenador, tableta o teléfono móvil)? ¿Qué debemos hacer para mantener e incluso incrementar su interés por aquello que les ofrecemos?
¿Cómo se puede dar una atención personalizada a estos usuarios que no acuden físicamente a la biblioteca?
¿Qué hacemos con la página web de la biblioteca? ¿De qué manera podemos aprovechar las redes sociales?
En una entrevista realizada con motivo de su reciente participación en las 19.ª Jornadas de bibliotecas de la Fundación,Christopher Platt, director de Colecciones y Operaciones de circulación de la NYPL,