Cada vez surgen más plataformas de libros electrónicos y las diferencias entre unas y otras son tales que en ocasiones resulta difícil elegir. Ellyssa Kroski, experta en nuevas tecnologías aplicadas a las bibliotecas, ha publicado la primera parte de un post en su blog iLibrarian, en el que plantea una serie de cuestiones a tener en cuenta antes de optar por una plataforma.

Muchas son las preguntas que pueden surgir. Por esta razón, Kroski ha dividido en dos secciones los puntos más importantes: por un lado los requisitos técnicos y por otro el contenido.

Respecto de los requisitos técnicos, la primera duda que puede surgir, señala esta experta, es saber con qué son compatibles los libros electrónicos que ofrece determinada plataforma, por lo que convendrá preguntarle al proveedor sobre:

• La compatibilidad con el navegador. ¿En qué navegador se pueden leer? Se da el caso, apunta Kroski, de que muchos usuarios no disponen de un dispositivo móvil de lectura, por lo que querrán leer los eBooks en el ordenador.
• Si se necesita un software o la descarga se hará mediante plugins. En muchas ocasiones descargarse un libro electrónico supone todo un acto de ingeniería informática. Es necesario saber, continúa Kroski, si los usuarios tendrán que enfrentarse a muchas dificultades para leer estos libros. Por lo que la pregunta es, añade, si estos comportan descargar mucho software.
• Qué dispositivos son compatibles. Es importante saber qué dispositivos pueden utilizarse para que la biblioteca se prepare para ofrecer el servicio.
• Si el formato utilizado es el ePUB. Como explica Kroski, este formato es compatible con la mayoría de los dispositivos disponibles en la actualidad.
• Si existe la posibilidad de que la biblioteca cuente con analíticas e informes con los datos de la plataforma.

En cuanto al contenido:

• Habrá que saber cuál es el ámbito de aplicación. La pregunta que propone Ellyssa Kroski es saber cuál es el alcance de la colección de los libros electrónicos. Si se trata de una colección académica dirigida a bibliotecas universitarias o una colección de libros electrónicos legales.
• También es importante, continúa, conocer el número de títulos disponibles. Es bueno inscribirse para tener acceso a una colección “de nicho”, pero si esta dispone de tan sólo unos pocos cientos de títulos, no merecería la pena enseñar a los usuarios y al personal bibliotecario a utilizar la interfaz.
• Otra cuestión a tener en cuenta, comenta Ellyssa Kroski, es contabilizar el número de editores. Por un lado saber qué editores ofrecen los libros y por otro, estar pendientes a través de la página web o del blog de si se añaden más.
• Kroski también sugiere prestar atención a los registros MARC. Muchos libros electrónicos vienen en paquetes con registros MARC complementarios. Esto resulta importante, añade, sobre todo si se recibe un paquete de adquisiciones dirigido a los usuarios en el que se puede añadir más de 50k de registros nuevos en el catálogo de una sola vez.
• Por último, explica Ellyssa Kroski, aunque la tendencia ha cambiado últimamente y muchos editores ya no retienen sus libros, todavía se dan casos en los que estos eligen un período de embargo antes de que el libro esté disponible. Es algo por lo que se debe preguntar, recomienda la experta.