Justo Hidalgo, cofundador de la plataforma 24symbols para leer libros en internet sin necesidad de descargarlos, asegura que los piratas aman los libros de modo que el desafío de los editores y los autores consiste en llegar a comprometerlos para que paguen por los contenidos a través de medios adicionales que desalienten las descargas ilegales. En una columna que publica Publishing Perspectives, Hidalgo defiende la idea de un servicio de suscripción para vender libros electrónicos que impulsó la creación de 24symbols, la plataforma inspirada en el modelo de la empresa sueca Spotify para la música.
Liderada por Aitor Grandes (CEO) y Ángel Luengo (CTO), el nacimiento de la empresa en la que figuran como socios fundadores también David Sánchez y Justo Hidalgo, fue anunciada en octubre de 2010. Véase Lectura Lab. La iniciativa contempla por una parte un servicio para leer gratuitamente con publicidad (Freemium), un servicio de suscripción sin publicidad, con capacidades avanzadas (por ejemplo, leer sin conexión a internet) y acceso a un catálogo ampliado (Premium) con estas tarifas: 1 mes: 9,99 €; 3 meses: 19,99 €; 12 meses: 59,99 €.
Hidalgo, asegura en su artículo que la piratería está aumentando en la industria de la edición electrónica y aunque todavía no ha llegado los niveles de la música o el cine ya afecta al treinta y cinco por ciento de los libros publicados. A su juicio este fenómeno está relacionado con los altos precios de los dispositivos lectores, las ventas multimillonarias de iPad, las nuevas tabletas y teléfonos inteligentes, todo tipo de aparatos electrónicos que pueden ser usados para leer tanto documentos largos y cortos como libros.
La gente quiere consumir contenidos en formato digital pero todavía no lo consiguen (durante años muchos libros no han sido digitalizados por cuestiones de derechos de autor o por razones de marketing) –añade Hidalgo– o no quieren pagar un precio que ellos consideran un disparate. Sin embargo, piensa que la industria editorial debe mirar a sus homólogos de la industria cultural y del entretenimiento para entender que algunas decisiones no deben repetirse.
Opina que tratar de evitar la piratería de libros mediante la adición de cada vez más restricciones a través de las tecnologías tipo DRM "sólo alienta a los piratas", quienes ven en las grietas del DRM tanto como un desafío intelectual como un duelo contra "el enemigo".
Hidalgo siempre ha pensado que "los piratas son fans". "Aman la música, las películas o los libros, pero simplemente no permitirán que "la industria" les dirija la forma en que consumen esos contenidos si sienten que lo que se les ofrece "es inherentemente injusto".
Por eso sinceramente cree "que la respuesta a la piratería es el compromiso". En ese sentido está de acuerdo con Tomas Boezeman que en un post en FutureBook titulado "La piratería es buena", abogaba por una posición de entendimiento, por parte de la industria, antes de la reacción.
En su artículo –que también ha sido recogido por Chiris Meadows en Teleread, Hidalgo asegura que Spotify –el modelo adoptado por 24symbols, "ha demostrado desde el punto de vista de un usuario que es posible involucrar a los amantes de la música y disminuir la piratería ofreciendo algo más fácil de usar". Hidalgo cree que los lectores, en lugar de tomarse el trabajo de encontrar una buena copia de un libro en internet, estarían dispuestos a pagar una cuota de suscripción si encontraran una buena oferta de un servicio para leer "con un solo clic".
Hidalgo subraya que ese es exactamente el pensamiento en 24symbols: "¿Por qué piratear un libro cuando se lo puede leer con un solo clic?".
|