Los jóvenes estudiantes italianos de niveles superiores parece que no pasan la noche estudiando con libros electrónicos, sino que aún prefieren el papel. Según se desprende de los datos que arroja un estudio realizado por los editores italianos cuya síntesis de resultados se ha presentado recientemente, siguen leyendo y estudiando preferentemente en formatos impresos.

Según informa la Associazione Italiana Editori (AIE), la investigación se sustenta en un sondeo estadístico en el que 2.196 estudiantes, de edades comprendidas entre los 20 y los 24 años, respondieron diversos cuestionarios que les interpelaban acerca de sus hábitos de lectura y estudio y la frecuencia de uso de material impreso y electrónico en estas tareas.

¿Son tecnológicos? No tanto como se piensa y pudiera parecer, en cuanto al uso que hacen de la tecnología. Son jóvenes que cuentan con ordenadores y equipos tecnológicos pero los utilizan primordialmente para socializarse; a la hora de leer, con una frecuencia que alcanza una media de un libro al mes, optan por el papel.

En cuanto a los equipos que poseen:

• Casi todos (99,5 por ciento) tienen y usan ordenadores.
• Cerca de la mitad dispone de un Smartphone y lo usa (48,9 por ciento).
• Solo uno de cada diez tiene una tableta (13,5 por ciento) o un eReader (11,5 por ciento).

Sobre el uso que hacen de estos dispositivos:

• Una gran mayoría utiliza las redes sociales, principalmente Facebook (86, 9 por ciento).
• Algo menos de la mitad tiene abierto perfil en Twitter (40,8 por ciento) y una cuarta parte también en Google+ (29,1 por ciento).
• Solo uno de cada diez (11,4 por ciento) es miembro de aNobii, red social y comunidad de lectores dedicada a los libros y la lectura.

¿Cómo estudian? Los manuales académicos por los que optan siguen siendo impresos, aunque los soportes de papel y electrónicos conviven de forma natural, observándose una integración de lo analógico y lo digital en el uso:

• De los manuales tradicionales en papel (81, 4 por ciento)
• De los textos encontrados en Internet (30,9 por ciento).
• De libros electrónicos (19,9 por ciento).
• De los apuntes de clase (63,8 por ciento) y, en un porcentaje casi idéntico, de los materiales proporcionados por el profesor en las plataformas en línea de la universidad (59,9%).

“El estudio estadístico muestra cómo la variedad de la oferta no erosiona el lugar central ocupado por el libro de papel” –afirmó en la presentación de los datos el presidente del Grupo Académico profesional Mirka AIE Giacoletto-Papas. Según este especialista, los resultados de la encuesta dibujan un espacio "más allá del horizonte del todo digital", en el que la tecnología es más un instrumento de socialización que de transmisión de cultura.

Por su parte, Roberto Cecchi, subsecretario de Patrimonio Cultural manifestó que "la encuesta de la AIE es realmente valiosa y hace hincapié en que el futuro ya está aquí y en cómo la interdependencia entre los diferentes instrumentos de comunicación y el conocimiento es un hecho de partida ineludible”.  También intervino en el acto de presentación Paolo Peluffo, subsecretario de Estado de la Presidencia, quien espuso que  "Italia, en sus esfuerzos para reanudar el camino del desarrollo, se ve limitada por una brecha formativa y cultural, la mitad de la población no lee –enfatizó este respresentante del gobierno italiano–, que declaró creer “firmemente en el papel estratégico de los libros y la lectura como un medio para volver a la senda del crecimiento y el desarrollo de la sociedad del conocimiento.”

Al final de la nota de la AIE se ofrece documentación complementaria a la presentación que amplía la información sobre este estudio.