FutureBook convocó un encuentro de hackers en el que se les pedía un trabajo colaborativo relacionado con el sector editorial desarrollado durante unas treinta horas. No obstante, existen dudas acerca de se les informó de la verdadera crisis por la que está pasando el sector.

Porter Anderson, periodista especializado en el sector editorial, es quien ha plantado serias dudas –a tenor de su artículo en Futurebook– sobre si a esta convocatoria no le ha faltado mayor claridad, en particular con respecto a todo aquello que los participantes debían conocer sobre los problemas que afectan al mercado del libro.
En su opinión, fue apropiado presentar a los participantes los cinco puntos a tratar –datos, audio, curación, descubribilidad, contenido infantil– como desafíos, pero reconoce que el quid de la cuestión está en encontrar las maneras para desarrollar la compresión de lo digital por parte del sector y lo que esto puede significar para la lectura.
Anderson está convencido de que falta algo, de que no todo se puede simplificar a reproducir en formato digital lo que durante siglos se ha presentado como impreso.
Alice Ryan, una de las encargadas de organizar este encuentro de hackers, comentó que muchos de los participantes estaban abrumados por las charlas y las rondas de preguntas tan interesantes que estaban teniendo lugar, pero reconoce que especialistas en el sector, como ella, vieron en esas conversaciones comentarios más bien “desnatados”.
Existen muchos tipos de hackathons –concluye el artículo– y en algunos se buscan planes de negocio, pero en este celebrado por FutureBook parece que se apostaba más por una investigación teórica.
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