Pew Research Center ha publicado un extenso informe sobre la relación de los usuarios estadounidenses con las bibliotecas públicas. Muchos apuestan por crear nuevos espacios y la mayoría no sabe que en prácticamente todas las bibliotecas del país, pueden pedir prestados ebooks.
Durante la encuesta se preguntó a los participantes si pensaban que las bibliotecas deberían liberar el espacio destinado a los libros impresos y destinarlo a otras actividades como por ejemplo centros tecnológicos, salas de lectura, de reuniones o espacios para encuentros culturales. Un treinta por ciento consideró que es una gran idea y un cuarenta cree que “tal vez” sea buena idea, por lo tanto, como apunta Nate Hoffelder en un artículo publicado en The Digital Reader, estos porcentajes son una señal de que los libros en papel parecen no ser tan importantes para los usuarios como lo eran antes.
Otro de los puntos que destaca Hoffelder en su artículo, es la importancia de los ebooks en las bibliotecas públicas. Según informa la Asociación Americana de Bibliotecas (ALA) el noventa por ciento de las bibliotecas públicas en Estados Unidos tiene libros electrónicos, pero la mayoría de los usuarios no lo saben.
Aunque un treinta y ocho por ciento sabe que la biblioteca pública tiene libros electrónicos, un porcentaje que a Hoffelder no le parece tan alto, solo un dieciséis por ciento, reconoce haber sacado prestado alguno, es decir solo un seis por ciento de estos usuarios hace uso de este servicio. Entre aquellos que son más conscientes de este servicio se encuentran los estudiantes universitarios y los padres con ingresos anuales que superan los setenta y cinco mil dólares.
A esto hay que añadir –subraya el periodista– que el sesenta y seis por ciento de los que visitaron la biblioteca en el último año, dijeron que habían sacado prestados libros en papel, por lo que las colecciones de libros impresos siguen siendo las colecciones que más se prestan.
Hoffelder se muestra sorprendido ante todas las expectativas que se pusieron cuando salió el lector Kindle y se pensó que se utilizarían más ebooks en las bibliotecas.
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