La afición a la lectura y la capacidad de leer bien puede empezar a estimularse desde los primeros momentos de la vida de tu hijo. Aquí encontrarás unos consejos para ayudarte en el inicio de una andadura que será importante para el futuro de tu pequeño.
A la hora de poner en contacto a nuestro bebé con las primeras historias y acompañarle en sus primeros y fundamentales pasos por el fascinante mundo de la lectura, es importante elegir bien. Del acierto con que escojamos títulos para él dependerá no sólo la evolución de sus gustos y capacidades lectoras, sino también la de otros aspectos de su desarrollo asociados con los aprendizajes que aportan los libros.
No todo vale. Pero ante la gran variedad disponible, saber distinguir puede parecernos una tarea realmente difícil.
Entonces…
¿Cómo podemos reconocer un buen libro para bebés?
Algunas características básicas que te ayudarán a orientar tu elección son:
- Las buenas historias facilitan la participación del niño, su identificación con los personajes o las situaciones.
- Los textos deben ser claros y breves, de modo que permitan al niño seguir la historia sin perder interés.
- Tanto mejor si, además, invitan a jugar con el lenguaje entonando o repitiendo frases sencillas, palabras sonoras, rimas, onomatopeyas...
- La historia “no es lo único que cuenta”. A la hora de valorar, presta atención también al formato, los materiales con los que está hecho, las ilustraciones…
- Las ilustraciones sirven de apoyo para establecer comunicación con el niño. Descubrirle libros diferentes, ilustrados con diversidad de técnicas (fotografía, dibujo, collage…) y de estilos es una buena forma de empezar a educar su gusto estético.
- Y no creas que sólo los colores vistosos gustan a los bebés. Los niños se fijan sobre todo en los contrastes y hay fórmulas en blanco y negro que funcionan muy bien.
¿Cualquier libro sirve para todo?
Depende…
- Hay libros pensados para que tu bebé los maneje solito. Son libros blandos y de tamaño reducido; también funcionan los realizados en cartón duro, con puntas redondeadas que estén plastificados para que los pequeños los puedan tocar, chupar… Los bebés necesitan familiarizarse con diferentes materiales resistentes y manipulables.
- Otros son especialmente adecuados para narrar o para enseñar conceptos. Entre ellos se encuentran los cuentos tradicionales y populares que encandilan con sus repeticiones y sus personajes y los libros informativos que acercan a los pequeños el mundo que les rodea. Son muy recomendables los libros de serie para que los niños reconozcan a los protagonistas a primera vista.
- También los hay para jugar y sorprender. Simpáticos libros que incluyen desplegables, solapas que esconden detalles, troqueles y piezas móviles, libros en acordeón, con los que el niño participa activamente en la narración.
- Los diferentes tamaños en las ilustraciones sirven para otros usos y juegos: grandes para que el niño identifique rápidamente lo que representan (por ejemplo, un biberón que ocupa toda la página), con pequeños detalles para que fije más la atención (el mismo biberón dentro de la imagen de una habitación).
En cualquier caso, ten en cuenta que ofrecerle variedad al niño siempre será provechoso, porque le ayuda a ampliar su mundo y contribuye a enriquecer su experiencia y sus conocimientos.
¿Y qué libros son los más adecuados para cada edad?
A medida que crece, las necesidades, capacidades e intereses de tu bebé cambian. Y las cualidades de los libros tienen que adaptarse a esos cambios.
Hasta 6 meses
Son adecuados los libros blandos, por ejemplo de tela, que el bebé puede manejar sin riesgo. Son muy recomendables las primeras narraciones orales en forma de nanas y las canciones para reconocer el cuerpo y hacer caricias.
De 6 a 12 meses
Buen momento para dar entrada a los libros de exploración (libro-juguete). Conviene que sean libros realizados con materiales resistentes, fáciles de manejar, con imágenes realistas de objetos o personas fácilmente reconocibles que formen parte del entorno cotidiano y más inmediato del niño.
De 1 a 2 años
Tiempo de experimentar con libros de diferentes formatos y con ilustraciones que varíen de estilo y técnica, que permitan realizar una lectura de imágenes más que de textos, para facilitar una narración más dinámica que el niño pueda seguir fácilmente.
De 2 a 3 años
Tu niño disfrutará ya con las primeras historias secuenciadas. Léeselas más de una vez, incrementando de forma progresiva el contenido de la historia. Los detalles de la ilustración y los acontecimientos dan pie a dialogar con el pequeño sobre lo que sucede y motivarlo para que se exprese.
Cuando un libro llame tu atención, dedica un momento a hojearlo, a leer la contraportada... No te dejes seducir solo por su aspecto llamativo, porque tenga música o vaya acompañado de un juego. Y mientras lo tienes en las manos, piensa en los gustos e intereses particulares de tu niño.
Con eso y estos consejos básicos, seguro que acertarás.
¡Ah! Y no olvides además que el libro también debe gustarte a ti.
Además, los especialistas del Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil de la Fundación (en Salamanca) te presentan una muestra de distintas técnicas para que cuentes cuentos y retahílas para fascinar a los más pequeños.
Soraya Herráez recita y cuenta retahílas
Sara Iglesias recita y cuenta retahílas
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