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Bob Tropp, propietario de una librería de ladrillo y cemento con muebles de roble y alfombra persa, no utiliza un ereader pero está en condiciones de resumir en diez puntos sus observaciones sobre la manera en que los eBooks están cambiando la forma de leer y consumir libros. Librero desde 1973, en Cherry Creek North, un barrio de Denver, Colorado, una ciudad norteamericana fundada durante la fiebre del oro, Tropp, en unas declaraciones a Claire Martin, del periódico digital Denverpost.com, confirma que también en su tienda la venta de eBooks ha superado a la de los libros impresos.
Igualmente opina que es demasiado pronto para decir que el libro electrónico matará al impreso aunque admite que la publicación digital también afecta cómo y dónde se compran libros, y cómo y dónde se lee.
Un resumen de las observaciones de Tropp
Libro impreso: Formamos clubes de lectura
Libro digital: Discutimos los libros en las redes sociales, blogs, chats. Se crea, de hecho, un club de lectura global.
Véase Lectura Lab: Luis García Jambrina asegura que su experiencia con el proyecto Territorio eBook ha mejorado su obra.
Libro impreso: Los encontramos en librerías, bibliotecas o bibliotecas ambulantes
Libro digital: Quienes poseen PCs, lectores electrónicos, teléfonos inteligentes, iPads y otras tabletas, pueden descargarse materiales en bibliotecas y librerías, comprados o en préstamo. Se quedan atrás quienes no posean esos dispositivos.
Libro impreso: Hacemos anotaciones en los márgenes
Libro digital: Utilizamos la aplicación de Kindle para hacer notas virtuales. Amazon tiene un sitio donde se pueden ver los libros con más notas.
Libro impreso: Escribimos a nuestro autor favorito con la esperanza de que nos responda por correo.
Libro digital: Visitamos su página en Facebook, le enviamos un mensaje y una solicitud de amistad; lo seguimos en Twitter.
Libro impreso: Pedimos el autógrafo a un autor en una presentación
Libro digital: Podremos utilizar Autography, un programa que permite a los escritores firmar libros en iPad.
Libro impreso: ¿Queremos publicar un libro? Necesitamos una propuesta, un agente, un editor y un departamento comercial.
Libro digital: Existe una aplicación para eso y hay autores que han tenido mucho éxito.
Libro impreso: Donamos libros usados, o los vendermos a una librería de viejo
Libro digital: No existen los libros “usados”. Los libros comprados permanecen indefinidamente en los ereaders. Amazon hace una copia automática en sus servidores de los en Kindle. Si un lector pierde su ereader o quiere actualizar un eBook, podrá tenerlo siempre en su nuevo aparato.
Libro impreso: Intercambiamos libros con los amigos
Libro digital: Hasta hace poco la opción era prestar el ereader. Ahora hay una aplicación de Amazon que permite a los usuarios compartir algunos títulos en Kindle durante 14 días. La aplicación Kindle libre también permite hacerlo en otros aparatos.
Libro impreso: ¿Encontramos una palabra desconocida? Conseguimos un diccionario, buscamos el significado.
Libro digital: Resaltamos la palabra en el ereader, hacemos clic y la definición se mostrará en la parte inferior de la página. El nuevo Kindle incluye el nuevo diccionario Oxford American.
Libro impreso: Coleccionamos primeras ediciones, libros antiguos o libros raros
Libro digital: Todavía no hay equivalentes.
Tropp dice que hay algunos clientes nuevos que se han convertido en seguidores de un autor después de leer varios libros digitales. “Es un nuevo grupo de gente que está descubriendo el mundo de los libros más antiguos, una dimensión que no conocían”. “Entran a nuestra librería –dice– y en su mirada se lee “¡Libro! Quiero tocarlo”. Han leído el eBook en el avión pero ahora quieren un libro que puedan cogerlo en sus manos”.
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