|
El escritor Benjamín Escalonilla considera que es necesario diferenciar en todo momento "la literatura tradicional en soporte digital de la literatura digital" dado que estamos en un momento "interesantísimo" que es el de la definición de la literatura digital.
Escalonilla hizo estas apreciaciones en su intervención en el XXVII Encuentro de Escritores y Críticos de las Letras Españolas de Verines (Asturias) organizado por el Ministerio de Cultura y la Universidad de Salamanca en torno al tema "La literatura en la era digital", se celebró el 15 y el 16 de septiembre de 2011.
El responsable de la web Abran esa maldita puerta no es un escritor que presenta su obra de texto en soporte digital sino que desde 1996 crea directamente narrativa y poesía digital, y se autodefine como creador literario digital. Tanto es así que comenzó su intervención en Verines diciendo que "habría que ponerse a pensar y reflexionar largo rato sobre cómo hacer una obra literarial digital efectiva". En ese sentido aseguró que haciendo un símil con el cine sería como recorrer el camino entre los hermanos Lumière y Hitchcock y algún día "romper la baraja a lo Gus Van Sant" (director, entre otras de Mi nombre es Harvey Milk o Mi Idaho privado).
Para Benjamín Escalonilla un asunto crucial a la hora de concebir una obra de esta naturaleza es contar con la interactividad: el lector puede intervenir en la obra y esto lo relaciona con el contacto que se puede experimentar con los videojuegos. Este autor desarrolla su labor en la frontera de la investigación y el desarrollo y por ello presenta un interés obsesivo por encontrar nuevas vías o por ensayar modos de acercamiento del lector a la obra, desde este objetivo incluso ha utilizado con el formato de un formulario de una encuesta como medio para dotar al lector de poder de decisión sobre las ulteriores preguntas y, en definitiva, sobre el desarrollo de la narración.
Escalonilla tambien enumeró entre las posibilidades que ofrece la literatura digital la animación (del grafismo, del texto, semántica); la utilización de diferentes medios (apoyo del texto con sonido, vídeo, imagen, ilustración, ilustración animada, contenidos web); aleatoriedad (lectura no lineal por parte del lector); y el acceso a información sobre el lector en tiempo real (qué opciones de hipertexto ha elegido, cuánto se ha detenido en una página, dónde y cuándo lee, etcéter).
Por otra parte se refirió a la posibilidad de que el autor pueda utilizar esa información para reaccionar a esos datos y tal vez introducir cambios en la obra en función de ellos. En relación a esto último señaló que a los creadores literarios “nos cuesta mucho cambiar nuestra cabeza para trabajar abiertamente con lo aleatorio, con la naturalidad con la que se hace con lo multimedia en general”.
Las propuestas de Escalonilla se dirigen al uso inteligente de lo que se va intuyendo sobre la evolución de la posición de lector y autor sobre la obra: la obra digital se concibe como algo vivo, por así decir, “es distinta a la que el lector compró en su día”, afirmó.
El interés de este autor por la relación directa con los lectores y y el hecho de que haya usado el contacto a través de sus blogs para comentar los derroteros de la narración con ellos, se enlaza con las estrategias puestas en marcha por el laboratorio de la lectura de la FGSR, en particular a través de la investigación llevada adelante con el programa Territorio eBook. (Véase LecturaLab, por ejemplo)
El Encuentro de Verines, que reunió a investigadores y representantes del sector editorial y del mundo del libro y la lectura en sus diversas modalidades, viene dejando una estela más prolongada que en otras ediciones, pues los participantes del encuentro de este año han reflejado los debates y sus reflexiones en sus blogs y en las redes sociales.
|
