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La noticia del lanzamiento de las dos nuevas herramientas de Apple –iBooks 2 que supone una nueva era para el libro de texto así com iBooks Author– ha generado comentarios y especulaciones de todo tipo acerca de si este paso supondrá una revolución o, por lo menos, una evolución, tanto para el mercado del libro electrónico como para el ámbito de la educación.
En el periódico digital TeleRead, Paul Biba muestra su preocupación ante la posibilidad de que las nuevas herramientas provoquen una elevación de los costes del hardware y, en última instancia, de la educación. Biba también celebra, por supuesto, las prestaciones que los estudiantes podrán disfrutar gracias a los nuevos formatos digitales. No obstante, esboza su prevención en cuanto a que los autores solo podrán comercializar sus creaciones a través de las tiendas de Apple.
Por su parte, los organizadores de la conferencia Digital Book World, que comienza la semana próxima en Nueva York, ya han incorporado el tema al programa de sesiones aunque el director editorial de DBW ya publica su opinión en un artículo en que especula sobre si los nuevos productos de Apple van a revolucionar el mercado de libros electrónicos y transformar la educación como Steve Jobs había prometido.
Martyn Daniels, en Futurebook analiza las dos nuevas herramientas de Apple teniendo en cuenta distintos aspectos.
Desde el punto de vista social, Daniels cree que el aprendizaje puede beneficiarse enormemente con el acceso universal a la tecnología para ayudar a los estudiantes de todas las edades a participar y desarrollarse.
Sin embargo señala que este no es sólo un problema de los EE.UU., o del mundo desarrollado, sino que es global. Advierte que en un momento de retracción del gasto y reducción de los presupuestos en todas partes, debemos asegurarnos de que las decisiones consigan disminuir los costes y conseguir que la educación sea inclusiva y no excluyente.
Respecto de la herramienta iBooks Author, Daniels se preocupa por la autoría y la calidad de los textos ya que se corre el riesgo de que el plagio se esté viendo como un hecho aceptado.
Todavía hay muchos problemas comerciales posibles a considerar entre "autores" y editores. Obviamente, estos no podrán aplicarse a los nuevos socios de Apple (los tres grandes del mundo de la edición educativa). Daniels espera que se escribirá mucho sobre esto, especialmente si plataforma está abierta o cerrada comercialmente.
Lisa Campbell, en The Bookseller, reproduce las declaraciones del agente Peter Cox preocupado porque Apple quiera situarse con su hardware en el mismo corazón del mercado del libro de texto. Sin embargo, celebró la nueva aplicación que permite a cualquier persona crear y mejorar un texto. Anticipó, igualmente, implicaciones más amplias para el florecimiento de la autopublicación, no solo para el libro de texto.
Esta es una muestra de las consideraciones que se están planteando unas horas después del anuncio de Apple y en la que se pueden seguir las opiniones de algunos de los expertos más notorios. En términos generales se aprecia un exceso de expectativas en relación con la dimensión actual que presenta la apuesta de la compañía de Cupertino en el ámbito del libro y la educación.
No es adecuado olvidar la actual capacidad de penetración de iPad en las aulas, que es mínima, dados los problemas derivados de su coste unitario y de la necesaria conectividad wifi sometida a una gran concurrencia (pensemos en todos los alumnos de un centro educativo en un uso simúltaneo). El coste integra -además de las tabletas y la conectividad- el precio de cada uno de los libros digitales de texto. Si bien las tabletas pueden pertenecer al centro educativo y ser usada cada una de ellas por diversos alumnos, los libros de texto son individuales y personalizados, ya que, según el esquema de Apple, cada alumno debería disponer de una cuenta en iTunes.
Sin embargo, la cuestión de mayor trascendencia es la relativa al modelo educativo, ya que ha habido voces que en las horas posteriores a la presentación han aludido a una "revolución educativa". ¿Es el libro de texto otra vez el epicentro del modelo educativo de la era digital? Probablemente este asunto tendrá que ser sometido a reflexión y por otra parte el esquema presentado aún no da respuesta a las potenciales posibilidades que se le presume a un libro digital en cuanto a conectividad o trabajo compartido.
En definitiva, se puede decir que Apple inicia un camino, pero parece que aún va a ser muy largo.
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