La idea de conjugar el concepto de gamificación con el de libro ilustrado para adultos es una opción en apariencia sencilla y con muchas posibilidades de éxito para dar nueva vida a los libros ilustrados. Jeremy Greenfield se ocupa del tema en un artículo publicado en Digital Book World que toma en cuenta los comportamientos de los adultos en las redes sociales o los juegos en línea.
La gamificación puede presentarse de tres formas distintas, explica Greenfield:
- Aquella en la que el lector consigue premios al completar ciertas partes.
- Otra en la que se insertan pequeños juegos dentro del libro.
- Y por último, una opción híbrida en la que hay que jugar un determinado número de juegos si se quiere completar el libro.
Cuando se trata de libros para niños, cualquier técnica que se utilice para aumentar su participación con el ebook les induce a leerlo una y otra vez. Pero la pregunta que se plantea este editor es si este concepto podría aplicarse y si se obtendrían los mismos resultados con un público adulto. Greenfield cree que sí, sobre todo ante comportamientos cada vez más habituales como los de personas que se pasan horas enteras jugando a Angry Birds, o el de aquellos que comparten en las redes sociales sus progresos en el gimnasio, en la construcción de un jardín o en la realización de un trabajo.

Si se parte de esta base, continúa Greenfield, un editor de libros de cocina digitales podría aplicar este concepto de juego a sus productos. Por ejemplo: podría ofrece un ebook en el que se incluyesen fotos y vídeos y en el que los lectores completaran las recetas. Cuando el lector completase una parte podría aparecer una interfaz en la que dejar notas con comentarios. El editor crearía una página web o una fanpage en Facebook en la que los lectores desbloquearían logros al subir fotos de las recetas ya preparadas. Se les podría ofrecer incluso contenido gratuito o un descuento en su próxima compra. Esta misma idea se podría trasvasar, añade el editor, a un libro de jardinería, de origami o de punto.
La idea es crear una comunidad en la que sus vecinos compartan sus logros en una página web centralizada, dando mayor solidez al grupo mediante la interactividad, la comunicación y, lo que es más importante, una relación directa con el editor.
Cuando Greenfield participó en la Digital Book World tuvo la oportunidad de hablar con editores de libros ilustrados y al parecer muchos son los que se decantan cada vez más por este tipo de experiencia. Si a esto se le añade la cantidad de tecnologías digitales que existen en estos momentos como la producción de vídeos, la integración en medios sociales o la gamificación, entre otros, parece que las posibilidades son infinitas. Pero surgen otras cuestiones, añade Greenfield, como cuál de todas estas tecnologías elegir y si es rentable la inversión económica. Según este editor implementar el concepto de gamificación en un ebook cuesta bastante menos que la producción de una hora de vídeo de alta calidad, pero está claro que hay que invertir dinero y que por tanto habría que renunciar a destinarlo a otra rama de la producción.
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