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Los libros electrónicos se han convertido en parte indiscutible del mercado del libro en Estados Unidos. Así lo asegura Publishers Weekly (PW), donde se ha publicado un avance de los resultados del informe anual de Nielsen Books & Consumers survey, 2013, que verá la luz próximamente. Muestra de ello es que una cuarta parte de las compras de libros de ficción y no ficción en este país correspondieron a libros electrónicos.
El sector de ficción para adultos es el más afectado por la transición hacia lo digital, según Publishers Weekly: supuso el 40% de las ventas de libros electrónicos en 2013. El crecimiento de la autopublicación también se dejó notar en este segmento: alrededor del diez por ciento de los ebooks de ficción comprados eran autopublicados. El precio medio de estos libros, tres dólares, es sensiblemente menor que el de los libros electrónicos respaldados por una editorial, de casi cinco dólares.
Los minoristas de internet continúan dominando el mercado del libro electrónico en Estados Unidos y representaron 9 de cada 10 ventas de libros en formato digital de ficción para adultos, según los datos publicados por Publishers Weekly. Por otra parte, la venta de libros impresos a través de internet no es un negocio nada desdeñable, pues supone una cuarta parte de las ventas totales.
No hay evidencias en el citado texto de que las librerías vayan a dejar de ser relevantes en el negocio de la venta de libros. Los compradores valoran la facilidad de compra y las selecciones de lecturas en las cadenas de librerías. Estos factores están perdiendo importancia en la venta de libros a través de internet, a la vez que aumenta la confianza en las plataformas online. En las librerías independientes se valora especialmente la ubicación cercana y el conocimiento de los libreros.
La posesión de dispositivos electrónicos de lectura determina el crecimiento en el mercado de libros electrónicos, asegura PW. En 2013 creció especialmente la posesión de smartphones y tabletas, más que la de lectores de libros electrónicos. A pesar de ello, al menos el cuarenta por ciento de los libros electrónicos en Estados Unidos fueron comprados para leerse en un e-reader.
En 2014 la industria del libro deberá considerar la posible caída en los libros para regalar, advierte PW. La razón es que, con la pérdida de la presencia física en el libro electrónico, los compradores cada vez tienen menos elementos que les ayuden a tomar una decisión a la hora de regalar un libro. A los niños ávidos por los dispositivos, ¿aún les gustan los libros? ¿Están los compradores tan seguros de regalar libros físicos a alguien que normalmente lee en electrónico? ¿Regalarían algo que no se puede envolver y poner bajo el árbol de navidad? ¿Cómo conocemos lo que alguien ha leído cuando no se ve, porque está en un dispositivo de lectura? |
