Las bibliotecas públicas estadounidense se encuentran en una encrucijada, ya que por un lado hay ciudadanos que las consideran instituciones de máxima importancia para la comunidad, pero los datos que ha presentado recientemente el Pew Research Center muestran que la participación o las visitas han ido disminuyendo en los últimos tres años.
Para la realización de este estudio han sido encuestados más de dos mil estadounidenses mayores de 16 años durante la primavera de 2015.
Muchos ciudadanos estadounidenses consideran que las bibliotecas públicas realizan una importante labor en:
- Apoyar la educación local.
- Servir a los ciudadanos con necesidades especiales como, por ejemplo, los inmigrantes.
- Ayudar a las empresas locales y preparar a aquellas personas que busquen empleo o que quieran actualizar sus habilidades de trabajo.
- Adoptar nuevas tecnologías como por ejemplo las impresoras 3D y ofrecer servicios para que sus usuarios aprendan a utilizar dispositivos de última generación.

Dos tercios de los estadounidenses entrevistados mayores de 16 años reconocieron que el cierre de la biblioteca pública tendría un gran impacto en su comunidad. Esta idea es más común en aquellos usuarios pertenecientes a familias con bajos ingresos, los hispanos y los afroamericanos. Pero el estudio también ha revelado que el porcentaje de estadounidenses que utiliza o ha visitado la biblioteca en los últimos doce meses ha disminuido.
Un cuarenta y seis por ciento de los estadounidenses encuestados reconoció haber visitado una biblioteca o biblioteca móvil en el los últimos doce meses, un porcentaje más o menos similar al que se recogió en 2013, pero bastante por debajo del cincuenta y tres por ciento de 2012.
Un veinte dos por ciento de los encuestado reconoció haber utilizado la página web de la biblioteca en el último año, un cifra algo inferior en comparación con el treinta por ciento que dijo lo mismo en 2013.
Un veintisiete por ciento reconoció visitar la biblioteca para utilizar su conexión a internet, acceder a su señal WiFi o para utilizar sus ordenadores. En 2012 esta cifra alcanzó el treinta y uno por ciento. Por lo tanto, parece que la tendencia de acceder a través del móvil a los recursos de la biblioteca ha ido adquiriendo protagonismo.
Los resultados en definitiva ponen en alerta a las bibliotecas en un momento más bien complicado. Por un lado, hay miembros de la comunidad que esperan que las bibliotecas mantengan sus funciones de siempre, como por el ejemplo el préstamo de libros impresos, pero al mismo tiempo, hay otras personas que apoyan la idea de que las bibliotecas deben adaptarse al mundo en el que la información está en formato digital y debe ser accesible en cualquier momento y en cualquier lugar.
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