La forma en la que los lectores descubren libros nuevos es algo sobre lo que editores y autores no paran de hacer conjeturas. Para Andrew Rhomberg, fundador de Jellybooks, existen cinco maneras de encontrar títulos nuevos y nada tienen que ver con las lista de los más vendidos de Amazon o del diario The New York Times.

La primera de ellas sería mediante un descubrimiento fortuito. Rhomberg cree que tropezar con un título al azar y sin hacer ninguna búsqueda en Google, es algo que proporciona un gran placer a los lectores. Es lo que habitualmente ocurre cuando se mira las estanterías de una librería o una biblioteca.

También se producen descubrimientos sociales. Cuando un lector decide echar un vistazo a un libro o comprárselo, en muchos casos es por que alguien se lo ha recomendado específicamente, ya sea un amigo o un grupo de seguidores en redes sociales como Goodreads, Readmill, Pinterest, Twitter, etcétera. Será algo que seguirá realizándose cara a cara, comenta Rhomberg, pero también irá aumentando online.

Muchos libros llegan a las manos de los lectores cuando tienen alguna mención en un contexto determinado, en un periódico, en un blog o en una conferencia. En Jellybooks, explica su fundador, se están haciendo pruebas con un widget que permite embeber fragmentos de textos libres de DRM. Rhomberg cree que cualquier persona antes de decidirse a comprar agradece tener un primer contacto con el texto.

La recopilación de los datos del lector y de las recomendaciones que haya recibido de sus amigos, podrían ayudar a desarrollar una aplicación para dispositivos móviles o para web, que fuera “aprendiendo” de las lecturas que se han realizado en otros momentos y que acabase sugiriendo nuevos títulos.

Por último, apuesta por una estrategia que se lleva realizando desde hace mucho tiempo y es la de entregar libros de forma gratuita o aplicándoles un descuento considerable. En su opinión esta entrega se debe realizar con personas influyentes, en las que se pueda confiar y pertenecientes a un nicho determinado. En el caso del descuento, Rhomberg opina que solo se podría realizar si se recluta un número determinado de amigos que compre el libro.

En definitiva, concluye, la forma en la que los compradores descubren los títulos está muy lejos de desaparecer, ya sea desde la perspectiva del lector o desde las editoriales, las cuales se encuentran cada vez más desesperadas por comercializar títulos específicos en un mundo en el que rebosa el número de libros, tanto nuevos como viejos.

Véase en Lectura Lab:

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