Las posibilidades que ofrecen tecnologías "descentralizadas" como la de BitTorrent son atractivas para los editores, según opina Michael Kozlowski, en un artículo que publica en GoodEreader.
El periodista destaca el hecho de que este software –diseñado para el intercambio de archivos punto a punto (peer-to-peer) en internet– permite descargar un archivo desde múltiples servidores al mismo tiempo, lo que "ha despertado el interés del mundo de la edición digital, como una vía para vender libros de audio, libros electrónicos, revistas o periódicos". Esta particularidad, según Kozlowski, hace que "cuantos más usuarios haya que compartan el mismo archivo, más rápidas son las descargas para todos".
Subraya que en los últimos años BitTorrent ha sido pionera en la distribución de contenido gratuito y de pago pero teniendo en cuenta que está siendo empleado por más de ciento cincuenta millones de usuarios y ha generado ingresos por más de cien millones de dólares "es atractivo para los editores".
Hasta ahora los editores han sido el segmento que no se ha volcado en el concepto de distribución de contenidos libres de derechos –añade el periodista– y destaca que autores como Tim Ferriss o Megan Lisa Jones han empleado BitTorrent para distribuir sus propios libros y crear expectación sobre nuevos títulos.
Kozlowski piensa que aunque los editores no se hayan involucrado todavía en el sistema, en su opinión algunos sin embargo "se encuentran en una posición privilegiada para hacer que funcione".
Sostiene que hay un montón de experiencias, como la editorial TOR, especializada en ciencia ficción que vende sus libros sin cifrado, lo que hace que sea perfectamente viable para descargarlos en el teléfono, el e-reader o la tableta. Recuerda que igualmente Pottermore, que se ocupa de la venta de Harry Potter en internet tampoco emplean DRM, y en su lugar utiliza marcas de agua digitales.
Por otra parte indica que en los últimos años han ido desapareciendo vendedores de libros digitales al tiempo que los principales editores están tratando de encontrar alternativas para no depender exclusivamente de Amazon para distribuir sus libros.
En ese sentido Kozlowski detalla la experiencia de otros sectores para rentabilizar la distribución de sus contenidos que igualmente podría ser válida para la industria editorial.
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