Macmillan ha anunciado que está trabajando en un proyecto piloto de préstamo de libros electrónicos en las bibliotecas, según ha confirmado la editorial en un comunicado que publica el semanario Publishers Weekly.
A pesar de que la compañía no ha querido desvelar los detalles del proyecto, ha afirmado que "en estos momentos estamos ultimando los detalles de nuestro programa piloto y se anunciará cuando estemos listos, y no como respuesta a una demanda de las bibliotecas". Asimismo, Macmillan ha revelado a Publishers Weekly que "hemos estado trabajando duro para desarrollar un modelo de préstamo de libros electrónicos que funcione para todas las partes interesadas, ya que valoramos las bibliotecas y el papel que estas desempeñan en la comunidad lectora”.
Según revela el editor Matt Enis en un artículo publicado en The Digital Shift, Macmillian es el segundo de los seis grandes grupos editoriales estadounidenses en embarcarse en un servicio de venta de libros digitales destinados al préstamo bibliotecario. El próximo será el grupo Penguin, que está desarrollando actualmente una experiencia piloto con la Biblioteca Pública de Nueva York, la Biblioteca Pública de Brooklyn y el servicio de préstamo bibliotecario en la nube 3M Cloud Library.
Sin embargo, según sostiene el editor, estas grandes editoriales siguen dificultando sus condiciones de compra y préstamo, y sus posicionamientos respecto al préstamo de eBooks a bibliotecas son heterogéneos. Así, la editorial Hachette, que sólo tiene un número limitado de libros electrónicos de su catálogo a disposición de las bibliotecas, ha anunciado que incrementará el precio de estos en un 104 por ciento, siguiendo la iniciativa de Random House, que triplicó el pasado mes de marzo el precio de los eBooks que ofrece a las bibliotecas estadounidenses (Véase Lectura Lab). Por su parte, HarperCollins continúa limitando a veintiséis el número máximo de préstamos que se puede realizar de de sus libros digitales.
A propósito de este intenso debate sobre el préstamo de libros electrónicos en las bibliotecas públicas norteamericanas, Maureen Sullivan, presidenta de la American Library Association (ALA), ha publicado una carta abierta acerca del rechazo de los editoriales a ofrecer acceso a sus eBooks a las bibliotecas. Sullivan revela, entre otras cosas que, “es algo insólito en un mercado libre que a un cliente se le niegue la posibilidad de comprar productos de una empresa y se le diga que su dinero no sirve de nada”. "Sorprendentemente –declara– después de siglos de apoyar con entusiasmo los productos editoriales, las bibliotecas se encuentran en una situación similar con la compra de libros electrónicos a tres de las mayores editoriales del mundo”. Asimismo, Sullivan revela que “Simon & Schuster, Macmillan, y Penguin han estado negando el acceso a sus libros electrónicos a 112.000 bibliotecas norteamericanas y alrededor de 169 millones de usuarios de bibliotecas públicas”.
Por otra parte, según indica Enis, si los programas de Macmillan y Penguin tienen éxito y se desarrollan más allá de la fase piloto, Simon & Schuster será el último, de los seis grandes grupos editoriales estadounidenses en negarse por completo a vender libros digitales a las bibliotecas.
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