El grupo Penguin USA ha decidido suspender el préstamo de las versiones digitales de sus libros en bibliotecas norteamericanas hasta nuevo aviso debido a "cuestiones de seguridad". Erica Glass, responsable de comunicación del Grupo Penguin, envió una nota a la revista digital Library Journal en el que alude a causas relacionadas con la seguridad la decisión de la empresa de retrasar la disponibilidad de títulos nuevos, por lo menos hasta que se resuelva este problema con sus socios comerciales. Añadió que la empresa se compromete a seguir trabajando estrechamente tanto con sus socios como con las bibliotecas, para forjar un modelo de distribución que sea seguro y viable.
Esta decisión afecta únicamente a las nuevas publicaciones, no así a los títulos que ya ofrecía Penguin con anterioridad, y se especifica que estarán disponibles para cualquier formato, excepto para el Kindle.
Lo que Glass no concretó fue en qué consistían esos problemas de seguridad exactamente, ni en cómo Penguin podía retirar sus títulos del catálogo de novedades de las bibliotecas cuando ya se había acordado dar las licencias.
Por su parte, OverDrive, la plataforma que provee los libros electrónicos a las bibliotecas en los Estados Unidos, subió un post a su blog Digital Library Blog, disculpándose ante este inesperado cambio, al tiempo que reconocía estar trabajando con Penguin al respecto, y esperaba que la editorial llegase a un acuerdo para restaurar el acceso a sus nuevos libros, además de ofrecer disponibilidad para el formato Kindle, tan pronto como fuese posible.
Es de destacar que la decisión tomada por la editorial ha tenido lugar pocas semanas después de que Amazon anunciara el lanzamiento de su nuevo modelo de suscripción en bibliotecas para usuarios del Kindle.
La decisión que ha tomado Penguin ya la pusieron en práctica con anterioridad Macmillan y Simon & Schuster. Hachetter Book Group también retiró sus eBooks del catálogo de novedades de las bibliotecas en julio de 2010. Aunque parece ser que algunos ya están reconsiderando su decisión.
En lo concerniente a los aspectos de seguridad a los que apela Penguin para sacar a delante esta propuesta, el director del programa Public Acces Information, Carrie Russel, en un comunicado por correo electrónico al que ha tenido acceso Publishers Weekly, indica que no existen evidencias de que las brechas de seguridad existentes estén relacionadas con las bibliotecas públicas ni con sus usuarios.
Sea como sea, voces discrepantes han salido a la luz, como la de Cynthia Laino, del Mars Library Consortium in Massachussets, quien manifestó su sorpresa al enterarse de la noticia y añadía que ante el aumento del uso de libros electrónicos –casi un cincuenta por ciento en los últimos dos meses– se había decido comprar más copias de aquellos títulos más demandados, sobre todo tras la incorporación de usuarios de Kindle. De haber conocido antes esta noticia –dijo– no se habría gastado toda esa cantidad de dinero. En su caso tiene esperanza de que OverDrive, Amazon o Penguin tomen pronto algún tipo de decisión para añadir las versiones para el formato Kindle a la colección o que por lo menos destinen algún tipo de compensación a las bibliotecas.
NOTA DE ACTUALIDAD: Teread ha informado a primera hora de la tarde (hora española) de que Penguin ha remitido una nota a Overdrive en la que informa sobre el restablecimiento del servicio interrumpido. En esta nota también expresa su pesar por los inconvenientes causados. No obstante, esta nota no modifica la situación tal y como la describíamos en Lectura Lab porque en ningún caso Penguin se había referido a los libros que ya estaban en el catáogo. En este sentido la editorial informa de que este restablecimiento no rige para las novedades, tal y como ya adelantábamos en el segundo párrafo de esta noticia.
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