Tim Cook, director ejecutivo de Apple, tendrá que presentarse ante el Congreso de los Estados Unidos para defendese de un informe del Subcomité de Investigación del Estado que acusa a la compañía de crear una estructura de filiales fuera de los Estados Unidos para evitar pagar miles de millones de dólares en impuestos. En su defensa, Cook pide una reforma en el impuesto de sociedades para que las empresas estadounidenses con presencia en otros países ingresen sus ganancias en su país de origen.

El impuesto de sociedades en este país es del treinta y cinco por ciento. Cook cree que una reforma en la que se establezca un impuesto razonable, en particular en aquellas empresas que tienen presencia en el extranjero, es necesaria. El sistema que se aplica en estos momentos, comenta, socava la competitividad de los Estados Unidos.
Según un artículo de Erica Ogg publicado en GigaOm, esta multinacional mantiene por lo menos cien mil millones de dólares de sus ingresos fuera del alcance del Servicio de Impuestos Internos (IRS), porque está claro que la empresa no quiere pagar el treinta y cinco por ciento del impuesto de sociedades.
Cook se reafirma en que todo lo que la empresa hace está dentro de la legalidad, no hay ninguna “artimaña” económica, ni se desvían sus ingresos a paraísos fiscales. El año pasado la compañía pagó seis mil millones de dólares en impuestos y este año se espera que pague unos siete mil millones. |