Tíscar Lara, vicedecana de Cultura Digital de la EOI de Madrid, opina que es importante incorporar el mundo de las imágenes a nuestro día a día como seres humanos ya que éste representa “una amplificación de nuestra vida”.
Destaca que este cambio ha sido global y ha supuesto la introducción de las tecnologías digitales tanto en la producción como en el consumo y la distribución de imágenes así como en su manipulación es decir en la propia composición de las imágenes. Tíscar Lara también ha intervenido en el foro en la Zona de Debate CITA (www.fundaciongsr.es/cita/debate) con un artículo titulado De la imagen como dato al dato como imagen.
En su opinión, la imagen ha generado cambios profundos en la forma de comprender y decodificar ese mundo en ámbitos concretos como los del periodismo y la educación. Asegura que en particular, la fotografía como imagen más simbólica –ya que ha sido la reina del siglo XX, hasta la incorporación de la imagen en movimiento–, en el campo del periodismo “ha tenido proporcionalmente un halo de verdad, ha sido un testimonio de lo real que a finales de siglo empezó a ser deformado con otro tipo de técnicas y de alteraciones que permiten las herramientas digitales”. Un aspecto que considera muy importante es que “también ha vivido la incorporación de los propios lectores, de los ciudadanos como productores de imágenes”.
A su juicio esa sería “una de las consecuencias de mayor alcance tanto desde el punto de vista periodístico como desde el punto de vista educativo ese aspecto concreto: el hecho de que cualquier ciudadano tenga la capacidad de producir imágenes, de reinterpretarlas a partir de la recomposición de las que consume y de distribuirlas a un público potencialmente masivo”.
Por otra parte subrayó la necesidad de trabajar “de una manera básica y transversal en el aula” las habilidades adquiridas por una generación digital en una sociedad que es fundamentalmente audiovisual y también digital –es un paso más allá–, que recoge todas las competencias lectoescritoras de los códigos audiovisuales y multimedia.
“Ya no podemos pensar en organizar la educación de la misma manera de siempre, apoyándonos en imágenes a modo ilustrativo, sino que la propia producción, análisis, elaboración y comunicación a través de las imágenes es una competencia básica, es una forma de leer y de escribir” y añadió que no una más “sino una de las más importantes en la sociedad contemporánea”.
Tíscar Lara entiende que eso implica “trabajar muy intensamente no solo con el aspecto más lector, no solo con imágenes, sino sobre ellas también en el aspecto analítico, de conocer cómo se componen, cuál es su profundidad qué hay detrás de las imágenes como objeto en sí mismo”. “Hay que formar y aprender a través de la producción y del intercambio de las imágenes, del poder expresarnos y contar lo que hacemos y cómo lo hacemos con imágenes” –dijo. Por último se refirió a la necesidad de “educar en la mirada, en la decodificación, en la parte más simbólica, más estética, más comunicativa en ese intercambio de imágenes, en tener una dimensión más sensorial, más emocional, e introducir ese tipo de valores y de aspectos en nuestra sociedad tan relacional como es la sociedad digital”.
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